La derecha parlamentaria reclama un adelanto electoral e insiste en la bajada de impuestos como fórmula para la reactivación económica. Las portavoces del PP y Ciudadanos, Maria José Catalá y Ruth Merino, han expuesto en sus intervenciones en el debate de política general recetas similares para afrontar la recuperación tras la pandemia, una situación que, critican, se ha desbordado con la gestión del Gobierno del Botánico.
La primera parlamentaria en formular su discurso ha sido la recién nombrada portavoz del PP en las Corts Valencianes, que ha agitado las disputas internas del Gobierno tripartito, haciendo mella en el conflicto por la elaboración del presupuesto y algunas desavenencias de los socios. “No es creíble que usted hable de consenso, de unión, del Abrazo de Genovés, cuando los suyos no pueden ni darse un abrazo en la esquina”, ha incidido la popular, que ha reclamado en varias ocasiones al presidente Ximo Puig que “apriete el botón” del adelanto electoral, el gran motivo de las tensiones entre Compromís y el PSPV.
Catalá, número dos de Carlos Mazón y principal representante del partido en las instituciones, considera que los socios del Botánico “han generado un entorno hostil a la inversión, a los autónomos o a los emprendedores para que huyan de esta tierra. El año pasado la Comunitat sólo atrajo un pírrico 1,4% (324 millones de euros) de las inversiones extranjeras. Mientras que Madrid atrae inversiones, Puig las espanta. Las economías más avanzadas, apuestan por la libertad y esfuerzo personal para garantizar la solidaridad y protección social. Justo lo contrario hacia lo que nos dirige un gobierno socialcomunista con ensoñaciones nacionalistas de segunda división y bastante poco amante a la libertad”. Una cuestión a la que el dirigente socialista ha respondido acusando a los populares de crear “fakes” con los impuestos, negando que los valencianos sean los más altos. Sí es, ha insistido, un territorio en el que paga más quién más tiene “Efectivamente, en los tramos mas altos, y es una decisión política, hacemos efectiva la progresividad fiscal, que es lo que dice la Constitución”, ha reivindicado Puig.
En una línea similar, aunque más moderada, ha expuesto sus argumentos la portavoz de Ciudadanos, Ruth Merino, que también debutaba como síndica en el debate. La gestión de la pandemia ha centrado gran parte de su intervención, en la que ha denunciado la falta de autocrítica del Consell “para que no les pase factura electoral”, así como la falta de “escucha real” a los sectores afectados por las restricciones y de previsión a la hora de tomar decisiones.
La portavoz naranja ha ofrecido al presidente un acuerdo para bajar los impuestos de forma “creíble y sensata” porque es “desalentador” que seamos una de las autonomías con “más presión fiscal”, una afirmación que Puig ha desmentido en su primera réplica a la portavoz del PP. “Estamos con el precio de la luz por las nubes, muchos negocios con la persiana bajada y muchas familias atravesando grandes dificultades, por lo que es urgente dejar de exprimir a los valencianos y sacarles de este infierno fiscal que aleja la inversión e impide la creación de puestos de trabajo”, ha insistido.
La bandeara de la patronal turística también ha sido una constante en ambas intervenciones. “El Consell ha demonizado sectores como la hostelería, el turismo o el ocio nocturno” ha afirmado Catalá, mientras que Merino ha reclamado aprobar más medidas de apoyo para el sector turístico, para los autónomos y para las pymes. Ambas parlamentarias han reclamado al presidente que desautorice a sus dos vicepresidentes y socios de Gobierno, Mónica Oltra y Héctor Illueca, de Compromís y Unides Podem, que plantearon la pasada semana una tasa turística para destinar la recaudación a políticas de emancipación juvenil, una cuestión que el dirigente ha ignorado, evitando ahondar en el conflicto. La portavoz popular ha cargado severamente contra la vicepresidenta del Consell, acusándola de responsable de la condena por abusos a una menor tutelada de su ex pareja.