Después de que el PP pidiera que el expresident de la Generalitat, Eduardo Zaplana, no vuelva a prisión tras su nuevo ingreso en el hospital por la leucemia que padece, han sido otros dirigentes de diferente signo político los que han apelado al argumento de la “humanidad”.
El actual president de la Generalitat, Valenciana, Ximo Puig ha considerado que “la prisión preventiva se tiene que aplicar sólo en casos muy determinados” y que, “desde el punto de vista humanitario”, es “evidente” que “no es el camino adecuado” en este caso. Añadía también “hay medidas para preservar” que el ex dirigente popular no pueda cometer nuevos delitos sin necesidad de que siga en la cárcel.
También insistía en la misma línea el líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien afirmaba que “Cualquier preso, haya hecho lo que haya hecho, merece que se respete su dignidad si sufre una enfermedad como la de Zaplana. La humanidad engrandece a la democracia también cuando se enfrenta al crimen”.
En las antípodas ideológicas de Eduardo Zaplana Arnaldo Otegi también mantenía la misma opinión, y aprovechaba además para pedir el mismo trato para los presos vascos en situación Análoga. De este modo pedía para Zaplana que “se le debe de aplicar la legislación penitenciaria y ponerlo en libertad” finalizando reclamando “un poco de humanidad y y un poco de vergüenza”.
Cabe recordar también que el pasado mes de agosto la vicepresidenta del Gobierno valenciano, y líder de Compromís, Mónica Oltra, sobre Eduardo Zaplana ya afirmaba que “ninguna persona enferma pinta nada en una prisión”, “pero ninguna”, recalcaba.