El Palau de les Arts, emblema de la Valencia del PP, cerrará 4 meses al año

Inaugurado en 2005, el Palau de les Arts Reina Sofia, principal exponente del proyecto del Partido Popular en Valencia, la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), está enseñando las vergüenzas.

El ERE, aprobado hace apenas unos días, tendrá como una de sus principales consecuencias el cierre de la instalación un tercio del año (del 1 de junio al 30 de septiembre), un periodo en el que se incluye el mes de vacaciones y los tres meses en los que los trabajadores, que pasan a ser fijos-discontinuos, irán al paro.

El acuerdo definitivo del ERE fue respaldado por el 68% de la plantilla del Palau de les Arts no sin cierta controversia, ya que inicialmente se pretendían 117 despidos de los 285 trabajadores de la plantilla (técnicos, músicos, personal de administración…), lo que provocó una jornada de huelga, el pasado mes de septiembre, que fue secundada por el 95% de los trabajadores ante el incumplimiento de los acuerdos de mantener el empleo hasta 2014 a cambio de una reducción salarial.

Finalmente, con el ERE aprobado, serán 40 los trabajadores despedidos e indemnizados con 45 días por año, para lo que se ha reservado una partida de 300.000 euros. El resto, verán reducida su jornada en 300 horas y verán minoradas sus pagas de 14 a 12.

Orquesta en peligro

Otra de las consecuencias del ERE del Reina Sofía es la incertidumbre acerca del futuro de la Orquestra de la Comunitat Valenciana, que apenas cuenta con 55 músicos en plantilla, ‘fichados’ en su día para montar una formación de referencia y que ahora renuncian a entre el 5 y 12% de sus sueldos.

Esta cifra contrasta con los 90 músicos planificados inicialmente y con los 90 profesionales con los que cuenta el Palau de la Música.

Historia de un despropósito

La historia del Palau de les Arts, al igual del resto de Cacsa, es la historia de un despropósito. Un proyecto faraónico, obra del arquitecto valenciano Santiago Calatrava, que ha visto disparados sus costes.

El germen de la Ciudad de las Artes, inicialmente proyectado por el gobierno socialista de Joan Lerma, acabó sobredimensionado de las manos de Eduardo Zaplana y Francisco Camps. El Palau de les Arts, que estaba presupuestado en unos 97 millones de euros, acabó costando más de 480, mientras que la Ciudad de las Artes y las Ciencias, que estaba valorado en 331 millones, se disparó hasta los cerca de 1.300 millones de euros (incluidos los honorarios de Calatrava).