El PP se olvida de la reforma de la financiación en su convención en la autonomía peor financiada

Laura Martínez

3 de octubre de 2021 07:37 h

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Era uno de los temas que se había colado en la agenda política de las últimas semanas. Una fotografía del presidente de Andalucía con su homólogo valenciano en Sevilla, una mesa de dirigentes autonómicos en A Toxa dos días antes, una serie de acuerdos entre los líderes de las comunidades autónomas de distinto color político. Pero en el cierre de la convención nacional del PP en el territorio más agraviado por el problema no hubo espacio para tratar la reforma del sistema de financiación autonómica, en plena negociación entre Hacienda y las comunidades.

Durante las intervenciones y en los corrillos con la prensa apenas un par de dirigentes mencionaron la falta de recursos de las comunidades autónomas infrafinanciadas, con la valenciana a la cabeza en escasez y Murcia y Andalucía, ya de color azul en sus gobiernos, como compañeras de trayecto. Mientras que la bajada de impuestos ha llenado las intervenciones de alcaldes, presidentes provinciales y autonómicos, la reforma del modelo de reparto de recursos del Estado fue ignorada por el principal partido de la oposición.

Fue el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien abrió ligeramente el melón de la cuestión financiera. El anfitrión del foro en A Toxa, donde coincidió en algunas posiciones con Ximo Puig, Emiliano García Page y Alfonso Fernández Mañueco, criticó la reforma del modelo que planteó el PSOE en la pasada década y que lleva caduco desde 2014. Como si pronosticara el devenir de la convención, Feijóo apuntó: “De financiación no vamos a hablar porque todos estamos de acuerdo”. El dirigente gallego recordó que el Gobierno de José María Aznar, con mayoría absoluta, aprobó un modelo sin conflictos y consideró que el problema es “un sistema que aprobó el PSOE con el tripartito catalán”. Feijóo, que defiende un modelo de reparto de recursos contrario al que se plantea desde la Comunitat Valenciana o Andalucía, donde abogan por primar el peso la población ajustada en los territorios, señaló que “Valencia y Murcia necesitan más dinero”.

El dirigente que más tiempo dedicó a la reivindicación fue el valenciano Carlos Mazón. En su breve turno en la última mesa del programa, bien entradas las siete de la tarde, aprovechó para enunciar ante Pablo Casado: “Mi tierra está harta de esperar”. “La financiación va a ser una batalla complicada. Pero no es esgrima entre presidentes autonómicos”, expresó el dirigente, también presidente de la Diputación de Alicante, una provincia especialmente castigada en el reparto de fondos del Estado.

La financiación autonómica, continúo Mazón, “son plazas para personas mayores, colegios, institutos”. “Nos hemos cansado de ser los últimos”, insistió, e imitando el discurso del presidente valenciano Ximo Puig, apuntó que la autonomía “no quiere vencer a nadie”. No obstante, apuntó “nos hemos cansado de ser los vencidos ante Puig, que está mudo y Sánchez, que nos ningunea”.

El aspirante a presidir la Generalitat Valenciana, que se haya en un perpetuo tono de campaña electoral, indicó que sus prioridades son el trasvase Tajo-Segura, la financiación y las infraestructuras como las cercanías son clave para la Comunitat Valenciana. “Sé que asumes estos tres compromisos con la Comunitat Valenciana”, interpeló a Casado.