Una mano tendida y otra para golpear. Los socialistas valencianos aprovechan su primera gran cita en el ring parlamentario para atizar al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, aprovechando que su Gobierno se enfrenta a una etapa en minoría y ahondando en su compleja situación respecto a grandes cuestiones. El portavoz del PSPV, José Muñoz, ha dibujado al presidente valenciano como un hombre preso de su partido y de la ultraderecha, cuyas decisiones, tomadas desde Madrid, condicionan totalmente su política.
El portavoz del principal partido de la oposición ha llamado al popular “rehén” de Génova por su cambio de rumbo sobre la condonación de la deuda histórica, marcado por la dirección de Alberto Núñez Feijóo, y a su vez cautivo de la ultraderecha, cuyas exigencias en política migratoria y humanitaria amenazan con tumbar las cuentas de la Generalitat para el próximo año.
Muñoz se ha referido a Mazón como líder de un gobierno “fracasado”, recordando la ruptura unilateral de Vox, que pese a salir del Consell condiciona la política autonómica. Su Ejecutivo, que no llegó a cumplir un año al completo, es “el más corto de la historia de la Comunitat Valenciana” pese a que “sacrificó valores democráticos básicos para conseguir el acuerdo de la extrema derecha” y que ahora depende del “chantaje racista” de Abascal. “De la Comunitat del Aquarius hemos pasado a la que depende de un fascista, y todo es su responsabilidad”, le ha espetado el síndic socialista.
El portavoz de la oposición también a ahondado en la ambigüedad del PP valenciano respecto a la reforma del sistema de financiación y le ha recriminado que “renuncie” a millones de euros por oponerse a la quita de la deuda. Los valencianos “no merecen un presidente sin voz propia ni autonomía” que se dedica a “buscar excusas en el Gobierno de España para justificar su incapacidad”, ha insistido.
Después de asestar varios golpes, Muñoz concluía con una oferta de pactos: aprobar las restricciones a los precios del alquiler, el segundo pacto contra la violencia de género, impulsar el plan de salud mental, paralizar la ley de costas o reclamar la quita de la deuda.
En su turno de respuesta, el líder del PP valenciano ha subrayado que no renuncia a la “reivindicación valenciana” de que el Estado asuma el 75% de la deuda autonómica, generada por la infrafinanciación, como tampoco a cambiar el sistema de financiación, pero insiste en que “lo más urgente” es aprobar un fondo de nivelación hasta esa reforma. Mazón ha sacado pecho de que el PP nacional asuma ese fondo -que no reconoce las singularidades valencianes- y ha instado al PSOE a mostrar sus cartas, porque, hasta la fecha, todo son “filtraciones” y especulaciones. “Con una mano nos ofrecen una tirita y con la otra una puñalada en el hígado de la financiación valenciana. No somos tontos, sabemos sumar y restar”, ha enfatizado, en referencia al pacto con Catalunya. Durante la réplica, los diputados socialistas han exhibido carteles con la palabra “mentira” para responder a las dudosas afirmaciones del president.