Este 1 de abril se cumple un año de la reversión a la gestión pública del área de salud y del Hospital de la Ribera, el que pasó por ser el primer hospital en el que un gobierno del PP (el de Eduardo Zaplana) privatizara la gestión, en lo que dio nombre al 'modelo Alzira'. Del mismo modo este hospital también fue pionero 20 años después de la primera reversión por parte de un gobierno (el del Botànic) y la vuelta a la gestión pública.
Esta reversión tras 20 años de administración privada ha sido uno de los estandartes del gobierno del de Ximo Puig y Mónica Oltra y ha tenido entre sus principales frutos el incremento de personal y de las inversiones en infraestructuras e instalaciones.
La transición en Alzira se ejecutó con “absoluta normalidad y sin incidencias”, según aseguró la entonces consellera de Sanidad, la socialista Carmen Montón, quien había conseguido el objetivo que se marcó nada más llegar al cargo en verano de 2015. El nuevo equipo directivo lo encabezó su gerente, Isabel González, que casi un año después se ha jubilado y ha sido sustituida por Liliana Fuster, la hasta ahora directora del Hospital de La Ribera.
De abril a diciembre de 2018 el Departamento de Salud ha destinado más de 7,8 millones de euros para mejorar la asistencia sanitaria de la comarca, un millón para las infraestructuras y el resto para la adquisición de equipos diagnósticos y de tratamiento de última generación.
Durante un balance de los primeros nueve meses tras la reversión, la consellera Ana Barceló destacó un incremento del 4% de las intervenciones quirúrgicas, un 2,6% más de consultas de Atención Especializada y un 4,5% más de pruebas diagnósticas. Además, subrayó el incremento de la cartera de servicios en el Hospital de Alzira, con la inclusión de la especialidad de Cirugía Pediátrica, la potenciación de la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHD) y la apertura de una Unidad de Preingreso, así como un aumento de plantilla en los Puntos de Atención Continuada (PAC) y la incorporación de nuevas especialidades.
Sanidad anunció para 2019 una inversión de 400.000 euros para la construcción de un nuevo quirófano, la ampliación de la zona de Hemodiálisis, la adecuación de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y el traslado del Hospital de Día al jardín de la zona de Hemodiálisis.
Espera para el Hospital de la Marina
Tras la reversión del Hospital de la Ribera el Consell tenía como meta recuperar también el Hospital de la Marina, en Dènia, que pretendía cerrar en esta legislatura pero que de momento no va a poder ser. En unas gestiones al límite de cerrar el periodo de gobierno el intento se frustró, según explicó la misma consellera de Sanidad, porque uno de los propietarios -DKV-rechazó la oferta de 16 millones para comprar sus acciones, en una compra que sí aceptaba Marina Salud.
De este modo el siguiente paso en la reversión pública sanitaria se traslada a la próxima legislatura, puesto que la concesión de la gestión del hospital se alarga hasta el año 2023. Esto significa que, si se repite otro gobierno progresista con la misma meta tras el 28 de abril, los titulares de la concesión tienen los próximos años para negociar una compra que cada día debería ser más barata, puesto que tras la expiración de la concesión en 2023 la Consellería volvería a asumir su gestión de forma gratuita como ya lo ha hecho en Alzira.