Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha pedido al gobierno valenciano que reconsidere el cierre de Canal Nou y advierte de que “puede crear un precedente peligroso para otras televisiones públicas”.
En un comunicado, esta organización denuncia “la mala gestión y el uso inadecuado que el poder hace de los medios públicos, malas prácticas que acaban por perjudicar a los empleados de los medios”.
“Es un golpe a la libertad y pluralismo informativo, y un nuevo fracaso de la información pública en nuestro país”, asegura la presidenta de RSF-España, Malén Aznárez, quien opina que el cierre de una empresa pública se convierte “en un ataque frontal a la libertad de información, con la que está obligatoriamente comprometido”.
RSF expresa su desacuerdo con el anuncio de cierre y con la manera en que se ha hecho, que compara con el reciente caso de la televisión pública griega ERT.
“Algunos gobiernos utilizan los medios públicos como propaganda para sus intereses políticos antes que para ofrecer un servicio a los ciudadanos, los gestionan desastrosamente, inflan sus plantillas artificialmente y acumulan enormes déficits, responsabilizando a los trabajadores cuando quieren desprenderse de ellos”, lamenta la presidenta de la organización en España.
Reporteros explica que “comprende que sea necesario redimensionar” la televisión pública valenciana para su supervivencia, pero plantea que deben hacerse con un detallado estudio y negociarse con los trabajadores.