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“Otros han preferido hacer sopas de siglas en lugar de una gran alternativa al PP”

Ricardo Sixto (Burjassot 1967) es el cabeza de lista de Unitat Popular-Esquerra Unida por Valencia (con Alberto Garzón como candidato a la presidencia del Gobierno). Es licenciado en Geografía e Historia y militante de EUPV desde su fundación, en 1986. Ha sido concejal en el Ayuntamiento de Burjassot entre 1991 y 2003, diputado provincial entre 1999 y 2003 y diputado en el Congreso de los Diputados entre 2011 y 2015.

Lo primero de todo, ¿cómo lleva la precampaña?

Con muchas ganas. Estamos ante una campaña muy importante, ilusionante y motivadora, con una gran parte del electorado -entorno al 20-22 por ciento- que todavía no tiene decidido su voto. Aspiramos a hacer una buena campaña y consolidar nuestra posición.

¿Quién es Ricardo Sixto?

Soy una persona a la que en un momento determinado -hace cuatro años- le plantean ir de diputado a Madrid y lo asume en una tesitura un poquito más favorable que la actual, y ahora las mismas personas que entonces me impulsaron me han vuelto a impulsar a asumir esta responsabilidad. Me presenté a unas primarias, a las que se podía presentar cualquier persona y en las que podía votar quien quisiera y se me eligió en la provincia de Valencia para defender unas propuestas claras de la izquierda, que además han sido participadas por mucha gente en la elaboración programática.

Y Unitat Popular...

Unitat Popular ha sido la voluntad y el trabajo de mucha gente de confluir, de hacer un gran acuerdo que no tenía límites ni líneas rojas que lamentablemente no ha sido posible hacerlo todo lo grande que se quería. Todo esto, dentro de la voluntad de mucha gente que nos pedía por la calle que nos uniéramos. Nosotros hemos trabajado por hacer esa unión, por construirla, y Esquerra Unida ha querido participar en estos espacios de trabajo en común y ahí se ha confluido con gente, con organizaciones, y muchos que ya estábamos.

Nos hubiese gustado que esto hubiera sido una parte más de algo mucho más grande. Lamentablemente otras fuerzas políticas no han querido hacer ese gran acuerdo y han preferido hacer sopas de siglas en lugar de hacer una gran alternativa al PP a nivel de toda España. Una candidatura con Alberto Garzón hubiese sido muy potente.

Usted era partidario de esa confluencia con Compromís y Podemos, pero no ha podido ser...

Ha sido todo muy complicado. Primero se empezó muy tarde, y al final la sensación que nos queda es que hemos sido utilizados para evitar la ruptura de Compromís, con un Bloc cuya militancia había dicho que no quería un pacto con Podemos y un acuerdo cerrado por la otra parte. No ha habido voluntad real de alcanzar un acuerdo y se nos ha estado mareando, porque en ningún momento hay nada concreto encima de la mesa.

¿Fue determinante el puesto en la lista?

No, eso ha sido un chalaneo. La primera vez que hay una negociación no se habla de nada de puestos. Entonces se filtra un documento a la prensa y nosotros no sabemos nada, nadie nos había dicho nada. Luego nos ofrecen un puesto, después por 'whatsapp' otro y posteriormente Montiel ofrece un puesto que era de Compromís. ¡Pero esto qué falta de seriedad es! Como dirijan así la Generalitat, apañados estamos. Desde luego, yo no vivía algo así desde que negociamos el primer Compromís.

¿Han echado en falta generosidad por parte de Compromís o Podemos?

No es cuestión de generosidad. Nosotros no marcamos líneas rojas en los acuerdos y Alberto Garzón ha sido incluso humillado. Ha sido más una cuestión de inteligencia para haber juntado muchas cosas para haber hecho algo muy grande. Lamentablemente se le ha dado más valor a otras cosas. En lugar de tratar de construir algo que fuese el número uno frente al Partido Popular, algunos están peleando por el cuarto puesto.

¿Se ha perdido una oportunidad histórica?

Se ha perdido una oportunidad, pero oportunidades se pueden presentar, porque quién sabe lo que durará esta legislatura. La pluralidad está muy bien y es deseable pero ya veremos qué mayoría parlamentaria puede haber, porque se puede dar una situación complicada para formar gobierno. Un año de legislatura está garantizado, pero para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2017 se puede producir una situación complicada y ahí quien esté gobernando igual le da por convocar elecciones.

¿Qué se juega España el 20 de diciembre?

Nos jugamos las próximas generaciones. Durante los últimos cuatro años se han estado llevando a cabo unas medidas que no han servido para sacar de la crisis a la mayoría de la población, por mucho que se empeñen en decir que la situación ha mejorado. Hay más paro que cuando Mariano Rajoy llegó a la Moncloa. Eso significa que las recetas que se han venido utilizando hasta ahora no funcionan, por lo tanto hay que cambiar las políticas.

Después del 20 de diciembre vamos a tener un Congreso mucho más plural que el que había hasta ahora en el que se pueden cambiar muchas cosas o se pueden dejar muchas cosas exactamente igual. Nos jugamos cambiar las políticas o empecinarnos en el error.

¿Y los valencianos?

Nos jugamos además que haya un gobierno en Madrid que escuche las necesidades del País Valenciano, y tenemos una situación muy complicada. Los presupuestos de la Generalitat se han estado cuadrando a martillazos durante mucho tiempo, son irrealizables, con una infrafinanciación tremenda y un gran déficit de inversiones en estos últimos años.

¿Esquerra Unida e Izquierda Unida también se la juegan?

Nosotros estamos convencidos de que vamos a tener grupo parlamentario propio en el Congreso y que vamos a renovar la representación por la provincia de Valencia. Hemos sido el grupo parlamentario que más iniciativas ha presentado y yo he sido el diputado valenciano que más iniciativas ha presentado. Las encuestas en este momento son muy complicadas, la volatilidad es altísima y la campaña va a tener mucha importancia. Ahora tenemos que trasladar ese trabajo a la ciudadanía.

Podemos les ha hecho mucho daño...

Sí, porque Podemos ha arrastrado a parte de nuestro electorado, que se ha visto ilusionado por una cosa nueva, un chico que viene del ámbito de la izquierda. Pero la verdad es que la antipolítica que se ha visto en el ámbito de Podemos y la inquina con la que se ha trabajado muchas veces en contra de IU nos ha hecho ver que se esconden cosas detrás de esa bonita cara. ¿Qué voluntad hay detrás? Ellos lo tendrán que decir.

Ha habido voces críticas dentro de Esquerra Unida, ¿EU está amortizada?

Siempre hay que repensar y revisar todo, y nosotros llevamos muchísimo tiempo reinventándonos, como ya hicimos hace cuatro años con Izquierda Plural. El día 21 reflexionaremos sobre lo que pase el día 20 y seguiremos hacia adelante. Y sobre las voces críticas, como ya han manifestado, defienden la candidatura y en enero hablaremos y seguiremos. Ahora es el momento de apoyar a Alberto (Garzón).

¿Cuál ha sido su experiencia de estos cuatro años?

Ha sido una experiencia interesante en lo personal, estar en el centro de dónde ocurren las cosas, pero en lo político ha sido frustrante enfrentarse a la mayoría absoluta del Partido Popular. Nosotros presentábamos propuestas y era como enfrentarse a un frontón, te las devolvían todas. Y lo más sorprendente de todo es el poco peso que el Congreso tiene a la hora de tomar las decisiones, incluso las legislativas, no las tomábamos los legisladores, las toma Moncloa, las toma el Ejecutivo, las toman en última instancia los altos funcionarios de los ministerios. La gran esperanza que tengo es que en las próximo Congreso de los Diputados, la cosa reviva un poco y no haya un Gobierno que imponga las leyes desde los ministerios.

Por último, qué garantiza ¿Unitat Popular?

Nosotros ofrecemos una seguridad a la gente en la defensa de políticas de izquierda, en la defensa de los trabajadores. Nos hemos distinguido por haber bajado a la calle, por defender a la gente humilde, a los trabajadores y a la gente de izquierdas. Somos fieles a unos principios, a una posición y nos tememos que lo que va a los debates son el bipartidismo y sus recambios, y frente a eso nosotros ofrecemos otra cosa.

Queremos transformar España, por un nuevo país. Que España sea un país para las personas. Centrarnos en lo que de verdad le importa a la gente: la falta de trabajo, la falta de vivienda, el no poder pagar el recibo de la luz... Y para eso nosotros proponemos una serie de medidas sencillas y fáciles de aplicar que no coinciden con el resto de opciones: una renta mínima garantizada de 529 euros que entendemos que se puede pagar; que el Estado garantice el trabajo a las personas, que está recogido en la Constitución; repensar el modelo de Estado; un estado republicano; reformar la Constitución; no pertenecer a la OTAN; nacionalizar sectores estratégicos... en definitiva, cambiar de verdad el país.