Jorge Rodríguez no optará a liderar el PSPV de la provincia de València, coto que dejará así al sector de José Luis Ábalos, que seguramente mantendrá este escalafón intermedio del partido con la diputada Mercedes Caballero. Más que retirada esta 'no concurrencia' de Rodríguez a esta batalla se oficializa después de la reunión mantenida por el presidente de la Diputación con el President de la Generalitat, Ximo Puig, cuya preocupación ahora radica más en mantener la paz con Pedro Sánchez y el aparato del PSOE en Ferraz, y que así no le falten apoyos en Madrid en la lucha por la mejora de la financiación de la Comunitat Valenciana en lo que queda de legislatura, apoyo que también le sirve a Puig para que no se produzcan fisuras en el Pacte del Botànic.
Desde el entorno de Jorge Rodríguez se ha querido relativizar mucho la importancia orgánica de la provincia en un partido que “históricamente se ha organizado por comarcas”, y de la que es heredero el propio Rodríguez que viene de un territorio de convicción comarcal como la Vall d'Albaida. Así entienden que se trata de un “escalafón artificial, pero que Madrid entiende más que las comarcas”, territorio que el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, quiere mantener y por el que luchar sería una “batalla estéril”.
Las mismas fuentes aseguran que Jorge Rodríguez antes del verano no se planteaba optar al liderazgo provincial, pero que se vio “arrastrado” por su progresión interna dentro del partido y por la imagen homologable que se le otorgaba como presidente de la Diputación de València.
No obstante Rodríguez valoraba la posibilidad del cargo si se producía “de forma natural, por consenso” y sin que hubiese ninguna batalla de familias, como lo ha conseguido hasta ahora en su progresión. No obstante el anuncio de que Mercedes Caballero iba a optar a la sucesión de Ábalos hizo que el equipo de Jorge Rodríguez parase las máquinas para reevaluar la situación y hacer un repaso de apoyos.
La semana antes del 9 d'Octubre Jorge Rodríguez recibió una llamada de José Luis Ábalos, le proponía un pacto para la provincia de València: Rodríguez presidente (cargo honorífico) y Caballero secretaria general provincial (cargo ejecutivo) con una ejecutiva pactada. Rodríguez no aceptó la oferta a la vez que le contestaba que tenía fuerza para liderar la provincia, pero que quería un consenso.
Finalmente este martes se produjo el cara a cara de Rodríguez y Puig, si había apoyo expreso del líder del PSPV Rodríguez entendía que podía arrasar, pero para lo que ya consideraba la dicha “victoria inútil”. En la reunión Puig dejó claro a Rodríguez que su prioridad ahora es la lucha por la financiación y que ello requiere de mantener la buena relación con Ferraz, y que la retirada de Rodríguez también le permitía mantener un grupo socialista en Diptuación cohesionado que también tiene 'abalistas'. No cabía interpretaciones, mejor que no hubiera una nueva guerra interna.
Ahora Jorge Rodríguez tiene ya la mirada puesta en la siguiente legislatura y va haciendo anotaciones en su libreta. Ayudó a Ximo Puig a dar la vuelta a las primarias que perdió con su apoyo a Susana Díaz, tras reclamar su apoyo, como el de Manolo Mata y el de González Bielsa; y ha renunciado al cargo provincial (aunque no lo considera un trampolín para su carrera) en pro de la paz con Ferraz. Además por otro lado ha conseguido no estropear la relación con José Luis Ábalos, contacto directo con Pedro Sánchez, y quien necesita también mantener buenas relaciones con la nueva hornada de dirigentes socialistas. Así que la retirada de Jorge Rodríguez ya se puede entender como un repliegue de cara a planificar el salto definitivo en 2020 a suceder a Ximo Puig, que sí será una batalla decisiva.