El plan de la Diputación de Valencia por el que se subvenciona la sustitución del alumbrado de los municipios de la provincia por otro en teoría más beneficioso con tecnología LED, podría ser fruto de un amaño entre el presidente de corporación provincial, Alfonso Rus, y el propietario de la empresa Inelcom que produce las bombillas de bajo consumo subvencionadas, empresario originario de Xàtiva y amigo de Rus.
Así lo denuncia el periódico El Mundo este lunes que recuerda que este contrato firmado en 2012 tenía un valor de 30 millones de euros y recientemente se habría ampliado con 10 millones de euros más. El periódico explica que este contrato de concesión para abastecer los millones de bombillas necesarios para llegar a todos los municipios de la provincia que lo soliciten es el mayor de estas características de toda España.
Así, pese a que el plan ofrecía a los ayuntamientos pagarles las bombillas que tendrían que elegir entre 5 empresas suministradoras las que más se adaptasen a sus luminarias (los soportes donde se instalan las bombillas), el periódico El Mundo afirma que el procedimiento se diseñó de tal manera que acababa pervirtiéndose a favor de Inelcom.
La noticia de El Mundo también explica que la empresa Inelcom (que antes de esta campaña no producía bombillas LED) se habría visto también beneficiada de que cargos públicos habrían actuado de comerciales para convencerles de que se sumaran a la campaña de renovación lumínica, y de paso para hablarles de las bondades del producto del empresario amigo de Rus.
Empresa sin experiencia
Por otro lado cabe destacar que la empresa Inelcom antes de esta campaña se dedicaba a la electrónica comercial, y que a partir de este plan se dedicó a la producción de bombillas LED. Cabe destacar así que cuando el ayuntamiento de Xàtiva se sumó a la iniciativa de la diputación, en el verano de 2013, el portavoz de Esquerra Unida ya advertía de irregularidades en el producto.
Así Miquel Lorente acusaba al equipo de gobierno de Alfonso Rus de no decir la verdad sobre el origen de los componentes LED. Pese a que el dirigente del PP defendía el producto por estar fabricado en la ciudad, el portavoz de EU denunciaba que en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) no aparece como productora de bombillas, “motivo por el cual nos hace pensar que esta empresa sólo se encarga de ensamblar las bombillas y no de su producción”. Añadía además que el propio Ayuntamiento ha declarado que los LEDs son de la marca norte americana CREE y que queda “un poco ridículo hablar de producto 100% valenciano y setabense cómo han hecho desde el equipo de gobierno”.
Finalmente Esquerra Unida también denunció que el equipo de gobierno optó por la oferta de Inelcom que era la más cara, aunque había otras dos empresas que ofrecían el mismo trabajo por 7.000 y 11.000 euros menos respectivamente, sin ningún informe que lo justificara. Además también se alertó que Rus había optado por una empresa “donde históricos dirigentes del PP, como Aurelio Hernádez entre otros trabajan en tareas de promoción y contrataciones de lotes de bombillas por parte de diferentes ayuntamientos”.
Sustitución cuestionada
Desde el principio la campaña de sustitución de las bombillas que proporcionarían un ahorro del 70% de los gastos en enrgía fue cuestionada por técnicos profesionales, que advertían que existía el riesgo que las nuevas lámparas no se adaptaran a las luminarias de las farolas, porque estas habían sido creadas para un tipo distinto de bombillas y podrían no soportar el calor que producen las LED, esto provocaría que las bombillas se sobrecalentaran y se fundieran antes de lo previsto, no llegando por tanto al ahorro previsto por el que se supone que son beneficiosas.
En la ciudad de Valencia el ayuntamiento instaló las bombillas LED en diversas avenidas durante un periodo de prueba para comprobar su funcionamiento. El resultado fue la retirada de esta tecnología, por las quejas de falta de iluminación de los vecinos, pero también por la incompatibilidad detectada entre bombilla y soporte, ya que los técnicos también afirmaron que haría falta sustituir la farola completa (un gasto que debería asumir el ayuntamiento) porque la financiación de la Diputación sólo seria para instalar las nuevas bombillas, y no para su mantenimiento que podría producir problemas con los soportes antiguos.