La miel de origen europeo que compramos en los supermercados y otros establecimientos puede tener sólo un 1% de origen europeo. Y ese 99% restante provenir de endulzantes, azúcares o siropes y jarabes de países extracomunitarios, obtenidos por deshidratación de forma artificial y no por las abejas. La normativa actual permite algunas trampas en el etiquetado para que conste como miel de proximidad aquella envasada en España o con un bajo porcentaje de la misma, como denuncia el senador de Compromís, Carles Mulet, que considera que permite la competencia desleal.
Mulet presentó una moción en el Senado, que ha sido aprobada sin los votos de PSOE ni Ciudadanos, que pide “clarificar el origen de la miel en beneficio de los consumidores”, su composición y mezclas. En concreto, la moción pide modificar tanto el Real Decreto como la Directiva Europea aplicable al sector, para que se regule claramente que debe constar en el etiquetado de los envases de miel que se venden en España los porcentajes de mezcla de origen de la miel contenida en el envase; debe modificarse el texto y eliminarse “fabricado en España” y sustituirse por “envasado en España procedente de ….” haciendo constar el país de procedencia real.
“Ante la confusión y puertas abiertas a las estafas y la pillería, hemos reclamado que, en colaboración con las CCAA, se amplíen y mejoren las medidas de control de la calidad de la miel para así fortalecer al sector apícola. Para ello el acuerdo, que se ha aprobado por 14 votos a favor y las 13 abstenciones de PSOE y Ciudadanos, reclama acciones ante las instituciones de la Unión Europea ante los vacíos legales para modificar la Directiva y que se especifique la procedencia de las mieles presentes en la mezcla y su proporción”, expresaba el senador valenciano.
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) reclamó el pasado marzo a la Unión Europea que impidiera la entrada de mieles importadas de China que no cumplan con la definición europea de miel y apliquen al producto procesos artificiales durante su transformación. Los apicultores denuncian que el gigante asiático emplea prácticas como la adición masiva de jarabe de azúcar o de otros néctares que no son producidos por las abejas, sino por deshidratación artificial, más barato y difícil de detectar en el producto final.
La moción también reclama activar proyectos de investigación en coordinación con las comunidades autónomas que indaguen en las causas de la mortandad entre las abejas, en lo que se ha venido denominando síndrome del despoblamiento, que ha provocado a nivel mundial la desaparición de más de 1.000 millones de abejas, que puede tener su origen en situaciones sanitarias o ambientales.