“Nos hemos negado a congelar el presupuesto porque hubiera sido un castigo inmerecido para nuestra gente”. El conseller de Hacienda, Vicent Soler, ha defendido así este martes, ante el pleno de las Corts Valencianes, el proyecto de Presupuestos de la Generalitat para 2017. Unas cuentas que ha definido como las de “la reconstrucción social y económica de la Comunidad Valenciana, además de reivindicativas y que apuestan por la transformación del modelo productivo”.
Soler ha destacado que el presupuesto, de 17.724 millones de euros, supone un aumento del 3,3%, un porcentaje que se reduce al 2,8% en los 18.916 millones del presupuesto consolidado (es decir, el que incluye las empresas y organismos del sector público). Y ha añadido que 11.082 millones se destinan a gasto social, lo que supone un 85,7% del gasto no financiero, sin incluir intereses, en contraste con el 78,7% que dedicó el último Consell del PP a gasto social en los presupuestos de 2014.
Como ya ocurriera en las cuentas de 2016, el Consell ha optado para cuadrar las cifras por incluir 1.325 millones correspondientes a lo que debería recibir la Comunidad Valenciana para que se cumplieran los criterios de equidad y eficiencia en el sistema de financiación autonómica. Soler ha argumentado que la intención es ser claros al reflejar “de dónde vienen y de dónde no vienen los recursos”. Ha insistido en la urgente necesidad de acabar con la infrafinanciación valenciana.
Para el diputado del PP Rubén Ibáñez, que ha defendido la enmienda a la totalidad de su grupo, estamos ante “una estafa piramidal del Gobierno de Puig y Oltra a los valencianos”. Según Ibáñez, los partidos del Acord del Botánic imponen su “rodillo parlamentario” para subir los impuestos y gestionar mal. Tras hacer una catastrófica descripción de las políticas sociales del Ejecutivo que preside Ximo Puig, el parlamentario ha calificado de “presupuestos superficticios”, elaborados por un “gobierno fracasado,” las cuentas autonómicas de 2017.
El socialista José Muñoz, en su réplica, ha acusado al PP de manipular los datos, ha recordado que la derecha dejó una herencia de 42.000 millones de euros de deuda en la Generalitat y ha contraatacado la acusación de hacer un presupuesto ficticio. En 2014, ha señalado, el PP introdujo 1.057 millones del fondo de competitividad que no llegaron, 390 de venta de presupuesto y se recaudaron “cero euros”, 230 de compensación por el impuesto sobre depósitos bancarios que no se recibieron y un incremento de tasas que se tradujo en cero euros. “No es de extrañar”, ha añadido. “A ustedes les gusta la contabilidad en A y en B”.
Por su parte, el diputado de Ciudadanos David de Miguel ha justificado la enmienda a la totalidad de su grupo, que ha sido rechazada como la del PP, porque los 1.325 millones “reivindicativos” configuran un tipo de “partidas fantasma que nunca se van a recuperar”. Si no llegan, se ha preguntado, “¿qué haremos, deuda, recortes, Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) o los tres a la vez?”.
Mireia Mollà, de Compromís, ha criticado que se debilite “la unidad de acción” frente al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y ha emplazado a Ciudadanos a detallar mediante enmiendas en qué parte del presupuesto recortarían los 1.325 millones de euros.
Podemos, que apoya al Gobierno del Botánico desde el Parlamento, ha anunciado que buscará mejorar los Presupuestos mediante enmiendas parciales y ha reprochado a PP y Ciudadanos que apoyen la “injusta” ley de estabilidad presupuestaria.