El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aprieta a sus socios de Gobierno para aprobar una reforma fiscal con efectos retroactivos aplicable este año. Puig ha anunciado en la sesión de control que reunirá al Ejecutivo de forma extraordinaria el próximo lunes para aprobar la reforma fiscal que el Consell lleva un mes negociando, sin que se haya llegado todavía a un acuerdo. En el mismo pleno se aprobará la ley de medidas fiscales para 2023, según ha indicado el presidente en respuesta a la portavoz del PP, María José Catalá.
El dirigente valenciano ha lanzado la deadline durante la sesión parlamentaria, sin que haya un acuerdo para la reforma, aseguran sus socios. La negociación está “encallada” en la forma de compensar la merma de ingresos que implica la reforma: 148 millones en la primera propuesta presentada por los socialistas, también en una sesión parlamentaria. Tanto Compromís como Unides Podem exigen que se equilibre por arriba, con una subida de los tramos a las rentas más altas y el aumento de dos puntos del Impuesto de Patrimonio, que pagan quienes acumulan más de medio millón de euros, sin contar su primera vivienda. Los morados se muestran más optimistas que los valencianistas en el avance de la negociación. Los socios de coalición no aceptan una merma de la recaudación en un contexto de crisis, que se suma a la infrafinanciación autonómica y es poco coherente con los presupuestos expansivos que reclaman para reforzar las políticas sociales.
El dirigente socialista anunció el 27 de septiembre una reforma pensada para “reducir el impacto de la inflación únicamente en las clases medias y trabajadoras”, las rentas inferiores a 60.000 euros, con un ahorro concentrado en aquellos que ingresan menos de 30.000 euros al año. Con está propuesta, las familias verán su factura fiscal con tres medidas distintas: nueva tarifa de IRPF, aumento de los mínimos exentos de tributación e incremento de las deducciones, de su importe y de los límites de renta para acceder a ellas.
En la sesión de control de este jueves, el presidente valenciano ha asegurado que el lunes se aprobará la reforma fiscal y se seguirá avanzando en la progresividad -ajustar el esfuerzo tributario a las posibilidades económicas- en el próximo año. Ello implica, de manera implícita, una reforma en la ley de medidas fiscales de 2023, en fase de negociación a la par que los Presupuestos autonómicos.