Los partidos de la oposición en las Corts Valencianes aprietan al president de la Generalitat, Ximo Puig, sobre lo que consideran sus conflictos de intereses. En la primera sesión de control de la legislatura, la primera comparecencia del president desde el discurso y debate de investidura, los portavoces de PP, Ciudadanos y la ultraderechista Vox, aprovechando preguntas sobre el plan de ajuste que el Gobierno debe presentar, han aprovechado para cargar contra el president por algunas cuestiones “poco éticas”. Todos los grupos han preguntado por la entrevista publicada en el diario The Guardian, como parte de un suplemento de promoción de la Generalitat Valenciana, que, en total, costó 43.000 euros.
El president ha insistido en que su departamento no pagó una entrevista al jefe del Consell publicada en un encarte en el diario británico The Guardian por una empresa de comunicación para la promoción de la Comunitat Valenciana. El medio ha eliminado de su web este contenido -que califican como publicitario- al haber caducado el “acuerdo comercial”. El president ha negado, como afirma la oposición, que la entrevista fuera pagada y ha destacado que los 43.000 euros fueron destinados a publicidad institucional durante la World Travel Market de Londres, mientras lo ha desligado de las “campañas de autobombo del pasado”.
Puig ha afirmado que la oposición “puede repetir mil veces una falsedad” y ha hecho hincapié en que “la Generalitat no pagó ninguna entrevista, ni a ese ni a ningún otro medio”. Ha precisado que “el contrato que se hizo fue con una empresa con tal de posicionar la Comunitat en el mercado británico”, con lo que, según él, no tiene “nada que ver con una entrevista que se hizo”.
La portavoz popular, Isabel Bonig, y la portavoz adjunta, Eva Ortiz, han vinculado la promoción con el caso Púnica, al considerar que se gasta dinero público para mejorar su imagen. El líder de Ciudadanos, Toni Cantó, también ha insistido en esta cuestión, así como en las ayudas de presidencia a los medios de comunicación. Cantó ha acusado al jefe del Consell de llevarse un “sobresueldo”, ya que el president tiene una pequeña partida de acciones en un medio de Castellón que pertenece al grupo Prensa Ibérica y ha recordado que “la única quita del banco público valenciano fue a una empresa de la que es accionista”, el Grupo Zeta, mientras el director del IVF, Manuel Illueca, “se lava las manos diciendo que no tenía ni idea”.
El dirigente de Ciudadanos, muy severo en su discurso, también ha señalado que la Inspección de Trabajo investiga a una decena de becarios de la Generalitat y ha considerado que están “explotados en el Palau de la Generalitat” en sus becas de comunicación.
Las preguntas de ambas formaciones iban destinadas a conocer la cantidad afectada por los ajustes. “No habrá recortes” y no se tocará un céntimo en las partidas sociales, ha insistido Puig.