Ximo Puig ha reivindicado en su discurso de fin de año el trabajo de un Consell que “está cumpliendo” con un marco de “estabilidad, honradez y diálogo”, aunque reconocía que “aún nos queda casi todo por hacer”, con derechos por reparar y mucho tejido económico por reconstruir. Ha defendido la “diversidad” de su gobierno, una diversidad “gestionada desde el diálogo”.
El president valenciano ha anunciado para 2017 la entrada en vigor de la Ley de la Función Social de la Vivienda y de la Ley de Renta Mínima Garantizada, así como también se empezará a trabajar en la Agencia Valenciana de la Innovación o se pondrá en marcha el un plan (Generació Talent) para evitar la fuga de cerebros e intentar repatriar a quienes han emigrado durante la crisis.
Financiación autonómica
Como no podía ser de otro modo, Ximo Puig ha dedicado parte de su discurso a exigir una mejor financiación para la Comunitat Valenciana y para sus 5 millones de habitantes: “Queremos respeto. Ningún error pasado puede dar cobertura a la discriminación en el presente”. Por ello, “tots a una veu vamos a exigir una financiación justa para nuestras escuelas, para las universidades, para los hospitales, la dependencia, las infraestructuras, el apoyo a la economía productiva y la lucha contra el paro insoportable de nuestros jóvenes”.
El jefe del Consell confía en que, después de un 2016 que “ha empezado a ser el principio del fin de la invisibilidad de los valencianos”, 2017 sea “el principio del fin de la discriminación”.
Recuperar los “valores de los valencianos”
El jefe del Consell aboga por recuperar los “valores de los valencianos, los valores de siempre: la honestidad, el coraje, el trabajo y la solidaridad”. En este punto, se ha referido al sufrimiento de los refugiados que huyen de zonas como Alepo y ha hecho un llamamiento para que Europa “afronte los problemas históricos con valentía, con coraje, en contra de quienes avivan el miedo y la xenofobia”, defendiendo los derechos “por encima de las fronteras”.
Desde Orihuela
El president de la Generalitat ha elegido la ciudad alicantina de Orihuela, y concretamente la casa de Miguel Hernández -de cuya muerte se cumple en 2017 el 75 aniversario-, como escenario de su mensaje de fin de año, el segundo que ofrece como jefe del Consell. Puig ha recordado unos versos del poeta oriolano: “Vientos del pueblo me llevan; vientos del pueblo me arrastran; me esparcen el corazón; y me aventan la garganta”, unos vientos que guían al Consell a gobernar “para todos”. “Nuestro propósito es coser esta tierra diversa y una sociedad demasiado fracturada por la desigualdad”, ha dicho, al tiempo que hacía un llamamiento a la unidad.
Además, el escenario escogido ha sido uno de los lugares que se vio afectado por el fuerte temporal de lluvias de hace apenas dos semanas, que provocó el desbordamiento del río Segura a su paso por la localidad de la Vega Baja. Precisamente, sus primeras palabras han sido para quienes sufrieron los efectos del temporal, así como de reconocimiento al trabajo del personal de emergencias.