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Polvorín en el PSPV: Puig con Díaz, las bases con Sánchez y la dirección dividida

La delegación valenciana del PSOE vive con la convulsión del resto de la organización el enfrentamiento a muerte entre Pedro Sánchez y los líderes autonómicos críticos con el secretario general.

Según varios militantes y cargos consultados, el debate está convirtiendo al partido en un polvorín: la militancia estaría con el líder del partido, los cargos orgánicos divididos en dos mitades y Puig, muy distanciado de Sánchez, alineándose finalmente sin tapujos -es uno de los 17 dirigentes que ha dimitido para forzar una gestora- con Susana Díaz y el resto de líderes que aspiran a gestionar el PSOE.

Tras días de titubeos, Puig se ha mojado: es el único presidente autonómico -con el de Castilla-La Mancha- que ha renunciado a seguir en la ejecutiva federal para propiciar un golpe mortal contra Sánchez. Hasta ahora, el jefe del Consell y secretario general del PSPV-PSOE no había sido, pese a su alianza con la presidenta andaluza, la máxima rival de Sánchez, de los barones más críticos con el secretario General.

Por varias razones, según varios conocedores del partido: Por temperamento rehuye la confrontación, su liderazgo en el socialismo valenciano no es rotundo, no podía oponerse abiertamente al plan de gobierno del líder del PSOE cuando él manda con pocos diputados (23 de 99) y los apoyos de Compromís y Podemos y, especialmente, no quiere ser identificado como uno de los políticos que pueden permitir la continuidad de Mariano Rajoy en la presidencia del gobierno.

Este último argumento, de hecho, es el que vuelca a las bases -militantes sin cargos institucionales u orgánicos- en favor de Sánchez. “Es imposible discutir sus planteamientos, por interesados o negativos para el partido que sean, sin ser acusado de hacer de quinta columna de Rajoy”, dice un diputado del PSPV. “El socialismo de a pie está rotundamente con el secretario general”, dice un cargo del partido en Valencia.

Las élites son otra cosa. Puig y su guardia de corps apoyan los movimientos contra el secretario general. Tras la dimisión, sin medias tintas. Algunos mandos del partido, ahora con sueldo público, proclaman su apoyo a Sánchez y, al tiempo, su lealtad a Puig. Otros muchos no se pronuncian, pero la sensación general es que los valencianos con plaza en el comité federal -el sábado tenía previsto una reunión, ahora en el aire, en lo que puede ser una batalla épica- están partidos en dos mitades.

Asesinato en el comité federal

¿Significa eso que el liderazgo de Puig en el PSPV estaría en entredicho? Para los partidarios de Sánchez, podría estarlo. “Si apoya el intento de asesinato del secretario general en el comité federal, se abriría la caja de los truenos. Si Sánchez resiste, podría impulsar una alternativa a Puig en el congreso donde se elige a la dirección del PSPV”, dice otro diputado del PSPV que no quiere revelar su identidad.

La mayoría de fuentes consultadas, sin embargo, creen que el liderazgo de Puig no es incontestable pero no será contestado. “Es evidente que no controla a gran parte del partido, pero es el presidente de la Generalitat, el primero que tenemos desde 1995, y eso pesa mucho. Descarto, pase lo que pase en Madrid, una revuelta”.

“Se puede estar a favor de Sánchez ahora y respaldar a Puig en el PSPV. Son escenarios diferentes y por tanto las posiciones difieren, sin que ello implique caer en contradicción alguna”, dice el alcalde de una ciudad grande. A pesar de todo, la situación ahora mismo es tan complicada que nadie se atreve a hacer pronósticos rotundos. Contagiado por el estatal, inmerso en una guerra civil que tiene atónito hasta al PP, el polvorín del PSPV podría estallar.