El PP muestra temor a las encuestas electorales que lo sitúan fuera de la Generalitat en la próxima legislatura. Pero pretende presentar batalla con todas las armas, especialmente de la vertiente de la derecha más conservador. Por ello ha difundido un argumentario entre sus militantes para cargar contra un posible gobierno de coalición entre PSPV, Compromís y EU. Los 'populares' usan como munición el imprescindible anticatalanismo, pero también tiran de calificativos como “marxista-leninista” o “batasuno”, además de intentar atacar a lo que entienden como contradicciones ideológicas de los partidos progresistas.
El argumentario que estaba encabezado por un explícito “PSPV+EUPV+Compromís=Tripartito”, según el documento de 11 páginas difundido inicialmente por el informativo vilaweb.cat, se resumen esencialmente en la frase: “Socialistas, nacionalistas, comunistas forman un totum revolutum cuyo único eje vertebrador es el proyecto catalanista”, y que esto se ejecutaría imponiendo el catalán en las escuelas, e insistiendo en simbología como el término “País Valencià” y la bandera quatribarrada.
Pero además añaden que la estrategia del 'tripartito' utiliza “planteamientos demagogos y radicales”, y para ello afirma que dentro de la coalición estaría el Partido Comunista de los Pueblos de España, “un partido marxista-leninista que considera que la única salida de la crisis del capitalismo es la proclamación de una república socialista con procesos de autodeterminación para las naciones y pueblos que lo deseen”.
Para diversificar también los descalificativos se tira del concierto que Fermín Muguruza ofreció en Burjassot, concierto de un “batasuno” impulsado por Acció Cultural del País Valencià en un municipio gobernado por Compromís. Además añaden que simpatizan con “grupos radicales” y “violentos” como el 15-M y la Plataforma Anti-Desahucio, colectivos que dan apoyo a iniciativas “agresivas” como “Rodea el Congreso”.
Contradicciones
Por otro lado, este argumentario también relata una serie de ejemplos que entienden ponen de relieve las contradicciones de los partidos progresistas. Así les acusan de realizar políticas de poca transparencia en la gestión económica, además de ofrecer nombres de dirigentes son usuarios de la educación concertada o de la sanidad privada, pese a que quieren “suprimir” esta oferta.
En resumen aseguran que el tripartito “no tiene proyecto” y lamentan que el líder del PSPV, Ximo Puig, es “rehén” de los “radicales”.