En lo que parece un cambio de estrategia concertado, el PP ha pasado de esconderse tras el chapucero cierre de Canal 9 a intentar contraatacar frente al hostigamiento de la oposición y las protestas de los trabajadores, que han cercado esta semana al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.
En ese contexto, el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ha defendido la investigación que debe aclarar si los niños de Xàtiva que pidieron la vuelta de Canal 9 aprovechando una visita de Fabra fueron manipulados. “Por supuesto se tiene que averiguar si alguien ha utilizado a niños menores” porque “es indecente e injustificable”.
“¿Es que ya no hay límites, es que aquí ya todo vale?”, ha dicho Castellano, quien se ha preguntado si a las padres con niños de “6, 7, 8 ó 9 años les gustaría que se les utilizase para chillar, bien sea a Rubalcaba, a Puig, o a Rajoy o al presidente de la Comunitat Valenciana o a quien fuera”.
“Cada uno puede lógicamente manifestarse, discrepar, y tiene su derecho constitucional, dentro de los cauces legales y de normalidad, pero esto hay que averiguarlo”, ha rematado, contundente, Castellano. La opinión de la oposición y los sindicatos es, por el contrario, bien diferente.
El Stepv, el sindicato mayoritario en la enseñanza valenciana, anuncia manifestaciones si no se archiva el expediente abierto con una celeridad desconocida. Además, solicita “impedir que las visitas de los altos cargos del Consell interfieran en las actividades académicas”, lo que pasa cada vez que, por ejemplo, el conseller del ramo u otras autoridades visitan una escuela.