“La potenciación de los desplazamientos peatonales se plantea, dentro del marco del PMUS de Valencia, una reducción del tráfico de paso por las vías del centro de la ciudad, de manera que este itinerario deje de ser la gran biela de articulación de los flujos este-oeste por el centro, y se derive por vías de mayor capacidad y jerárquicamente dedicadas a la canalización y distribución del tráfico”.
Así reza el apartado de 'Propuestas de actuación' del Plan de Movilidad Urbano Sostenible aprobado en 2013 con los votos a favor del grupo popular que dirigía con mayoría absoluta Rita Barberá, mientras el PSPV y Compromís se abstuvieron y Esquerra Unida votó en contra.
El documento propone una serie de medidas para ganar espacio peatonal en el centro histórico y para priorizar el transporte público en diferentes viales, entre ellas la calle Colón.
Además, el plan recomienda peatonalizar el entorno de la Lonja, la plaza de Brujas y el eje de la plaza de la Reina, calle San Vicente, plaza del Ayuntamiento y Marqués de Sotelo hasta la Estación del Norte, es decir, precisamente todas las actuaciones que viene planificando y poniendo en marcha el Gobierno municipal con Compromís y PSPV al frente (más València en Comú el pasado mandato) desde el año 2015.
En concreto, el PMUS propone “liberar parte del espacio dedicado hoy en día al tráfico privado hacia modos más sostenibles como el peatón y la bicicleta, en su caso. Y, simultáneamente, se estaría reduciendo la cantidad de vehículos (con la problemática que ello conlleva) a la vez que se estaría garantizando siempre la accesibilidad de vecinos y actividades económicas a la zona”.
El texto propone aplicar estas medidas, entre otros viales, “en la calle de San Vicente (entre la Plaza de España y la Plaza San Agustín), en Barón de Cárcer, calle de la Paz, calle de Colón, reforzando la calidad urbana de este eje de primer orden comercial en la ciudad, calle de las Barcas, Don Juan de Austria, Marqués de Sotelo, permitiendo cerrar el conjunto de accesos al centro, calle de Ruzafa (entre la Gran Vía y calle de Xàtiva), Guillem de Castro y Xàtiva, siempre conjugando las posibilidades de ampliación del espacio del peatón con las de la inserción del carril bici, y las calles de Hernán Cortés, Felix Pizcueta e Isabel La Católica”.
En cuanto al transporte público, el PMUS apuesta por “la mejora de la velocidad comercial de la EMT, junto con otras actuaciones de racionalización del uso del vehículo privado, lo que permitiría al autobús urbano ser competitivo con otros modos de transporte y por lo tanto, mejorar su demanda”.
Para ello, propone crear “plataformas reservadas para el transporte público, con carriles bus con distintos grados de segregación, con la mejora de la gestión y priorización semafórica, con priorización de acceso a centros urbanos, con ontracarriles o con itinerarios más cortos”
El mapa dipuesto en el PMUS establece una seria de viales en los que habría que aplicar estas medidas, entre ellas el eje de Colón, Xàtiva y Guillén de Castro.
Pese a todo, el PP como ha criticado duramente la reordenación de líneas de la EMT y los cambios en la calle Colón anunciados la semana pasada por el concejal de Movilidad Giuseppe Grezzi, motivadas por la peatonalización de las plazas del Ayuntamiento y de la Reina a partir del 20 de marzo, tal y como establece el PMUS impulsado y votado hace siete años por los populares.
La eliminación del tráfico privado y de la mayoría de paradas de bus en ambos enclaves obliga a desviarlas por la calle Colón, por lo que se ha optado por habilitar un segundo carril bus por esta vía, dejando otro para los vehículos privados, cerrando el acceso al víal desde la plaza de la Porta de la Mar.
La prtavoz del grupo popular, María José Catalá, ha denunciado la falta de información y de participación de estas medidas y ha presentado una moción al pleno para que se paralicen hasta que se alcance un consenso con vecinos y comerciantes: “no estamos en contra de las peatonalizaciones, pero se tienen que hacer con el consenso de las personas y sectores afectados”. También Ciudadanos y Vox han manifestado su oposición a los mencionados cambios.
No es la primera vez que el PP se opone a proyectos ejecutados actualmente y que están previstos en el PMUS. Antes de las pasadas elecciones, propudieron el desmantelamiento de los carriles bici de la calle Colón, de las avenidas Burjassot y Regne de València, y de la calle Alacant (estos dos últimos en obras), todas ellas previstas también en el dodumento.
Enfado de los comerciantes
La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València manifestó su enfado una vez se dieron a conocer los cambios que afectan a la calle Colón al asegurar que en ninguna Mesa de Movilidad, órgano municipal integrado por diferentes entidades sociales, se había comentado nada al respecto.
El presidente de la entidad, Rafael Torres, advertió de que, si no se modifican los cambios de tráfico previstos en la calle Colón, esta organización retira el apoyo que hasta ahora había brindado a la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento.
“Siempre se nos ha dicho que apoyáramos un proyecto determinado y lo hemos apoyado”, puso de relieve Torres, que sin embargo lamentó que se les estaba “engañando”. Por ello, solicitó al Consistorio “paralizar este sinsentido hasta que haya un mínimo de diálogo y consenso”.