El PP valenciano no celebrará el congreso para su refundación hasta finales de 2016 o principios de 2017, casi un año después del estallido del caso Taula, que ha dejado al partido en Valencia ciudad en manos de una gestora y prácticamente sin representación en el ayuntamiento.
Así lo ha confirmado Vicente Betoret, presidente del PP de Valencia provincia, en una rueda de prensa para presentar la campaña para las elecciones del 26 de junio. El despliegue será menor que en diciembre -el presupuesto cae en un 30%- , se basará en actos de proximidad y mensajes positivos: se quiere presentar su propuesta como la de un partido renovado y que encabeza la “regeneración” democrática“.
Esa regeneración, sin embargo, tendrá que esperar. La líder del PP valenciano, Isabel Bonig, anunció en febrero la celebración de un congreso extraordinario para reconstruir el partido. La repeticion de las elecciones generales, dice el PP, ha aconsejado retrasar el cónclave. Según Betoret, éste no se celebrará en los próximos meses.
Con el verano de por medio, primero hay que formar gobierno y luego esperar a la decisión de la dirección nacional del PP, la que estatuariamente tiene la potestad de dar luz verde al Congreso. En resumen: El partido de Bonig quiere alzar la bandera de la regeneración pese a que el PP ha aplazado hasta después de las elecciones la resolución del expediente a Rita Barberá y sus concejales en Valencia, imputados por la supuesta financiación ilegal del partido, se han negado a dejar el acta. La refundación tendrá que esperar varios meses más.