La buena noticia es que ahora el Ayuntamiento de Teulada, gobernado por el PP y dos exconcejales socialistas, apoyará al instituto del municipio en un estudio sobre las personas de la Marina Alta asesinadas en el campo de concentración nazi de Mauthausen hace 80 años. Todas las fuerzas políticas del pleno celebrado en la noche del jueves aprobaron una moción, presentada por Compromís y los ediles no adscritos, por la que el consistorio se compromete a adherirse a la Xarxa Histórica para poner en valor la memoria histórica, costear el desplazamiento de alumnado a ese campo de concentración, destinar 3.000 euros a una jornada de memoria histórica y editar y presentar el libro de más de 100 páginas de los estudiantes.
Tal y como informan desde lamarinaplaza.com, lo sorprendente durante el debate llegó cuando el concejal de Compromís que defendió la moción, Aitor Llobell, le preguntó al gobierno local por qué con anterioridad había rechazado otorgar todo ese apoyo al trabajo del alumnado, a pesar de que así se lo había prometido, como denunció hace unos días el Sindicato de Estudiantes, que había aludido a “motivos ideológicos” para justificar la negativa. Sin embargo, el alcalde, el popular Raúl Llobell, dijo que él no sabía nada de todo esto.
El alcalde no sabe nada de la negativa de su propio ayuntamiento
Raúl Llobell, visiblemente enfadado por las críticas que ha encajado su ejecutivo en un asunto tan sensible, aseguró así que “yo también he pedido explicaciones sobre quien desde el Ayuntamiento habló de motivos y me gustaría saber quién fue el valiente o la valiente que fue al instituto y dijo eso”. Pero el alcalde también dio a conocer su malestar con el sindicato estudiantil: “Estaría bien que quien redactó ese comunicado fuera valiente y señalara con el dedo quién le dijo esto”. Además, insinuó que alguien ha utilizado toda esta controversia sobre el estudio académico del nazismo para desgastar a su gobierno: “Esta situación sí que podría estar provocada por motivos políticos e ideológicos”.
Ahora bien, más allá de estar molesto por si alguien del consistorio habló sin permiso del gobierno local, el alcalde también dio a conocer su malestar con el sindicato estudiantil: “Estaría bien que quien redactó ese comunicado fuera valiente y señalara con el dedo quién le dijo esto”. Además, insinuó que alguien ha utilizado toda esta controversia sobre el estudio académico del nazismo para desgastar a su gobierno: “Esta situación sí que podría estar provocada por motivos políticos”.
Es más, para desterrar cualquier imagen de que él o su ejecutivo pueda sentir simpatías por movimientos totalitarios, el primer edil afirmó de forma tajante “que aquí de ideología cero”. “Eso está claro –le respondió Aitor Llobell–, si alguien estuviera de acuerdo con esa infamia yo me levantaría de este pleno”. El edil valencianista subrayó que no se trataba de entrar en un debate sobre el nazismo sino de establecer la razón por la que el Ayuntamiento de Teulada no tramitó a tiempo la petición de una subvención que había prometido para que el alumnado del instituto pudiera desplazarse a Mauthausen y que ahora ya se ha perdido.
El alcalde no sabe nada de un proyecto que tramita su propio ayuntamiento
Y ahí vino una sorpresa más. El alcalde de Teulada también desveló que ni él, ni el anterior concejal de Cultura ni el actual sabían nada de ese proyecto hasta que el expediente entró por una junta de gobierno. Y, por cierto, sobre la celebración de esta última el primer edil tuvo una confusión llamativa: dijo primero que esa junta tuvo lugar el pasado día 17 , que era justo la fecha en que concluía el plazo para presentarse a esa ayuda. con lo ya que no quedaba tiempo para aspirar a ella. Pero después, y cuando Compromís se lo advirtió, Raúl Llobell tuvo que admitir que no, que fue antes, el día 14. Pese a que entonces aún quedaban tres días para optar a esa subvención, el primer edil consideró que ya era tarde: “No se puede decidir sobre un expediente en cinco minutos, así que que el problema ha sido un problema de plazos”.
El sorprendido entonces fue Aitor Llobell. Se preguntó entonces si no había ningún control político sobre los expedientes que se tramitan en el ayuntamiento hasta que llegan a la junta de gobierno, que es el último trámite. Y recordó que durante las semanas anteriores sin embargo el ayuntamiento sí le había estado pidiendo información al instituto para poder optar a la subvención hasta que de pronto, según el sindicato de Estudiantes, el consistorio dijo que abortaba la propuesta.
El alcalde zanjó el tema con cierto misterio: “Quiero aclarar esto y tengo declaraciones de personas que de momento no puedo dar a conocer ahí”. También admitió que con los 150 alumnos del instituto que participaron en el trabajo “se ha cometido un error y como alcalde yo soy el máximo responsable, asumo las consecuencias y lo solucionaré lo mejor que sepa, pero antes quiero saber por qué”.