Asesor de presidencia de la Diputación de Valencia, impulsor de la Fundación Cical -investigada por la Agencia Antifraude-, asesor de presidencia de la Generalitat, director corporativo de Baleària... “Desde que Puig es presidente, a Orengo no le ha ido nada mal laboralmente”, consideraba este jueves la portavoz adjunta del PP, Eva Ortiz.
Los populares han sacado la artillería en la última sesión de control al president de la Generalitat, Ximo Puig, contra su hombre de confianza, José Manuel Orengo. “Algún día sabremos lo que nos ha costado”, ironizaba la portavoz adjunta en referencia a los numerosos trabajos que ha tenido el exalcalde de Gandía vinculados a la administración pública valenciana.
Hace unas semanas, el exasesor anunciaba que dejaba la política para pasarse a una empresa privada. Unas “puertas giratorias” que le han hecho acabar en Balèaria, naviera que tiene su sede en el puerto de Dènia. Justo el puerto que los socialistas desde la Generalitat quieren comenzar a privatizar -a petición del propio ayuntamiento- con la modificación de la ley de puertos. La consellera de Infraestructuras, Maria José Salvador, defendía la colaboración público-privada en este caso en la misma sesión de control, un concepto del que los socialistas no suelen ser muy afines.
Una modificación a la que se opone toda la cámara, salvo Compromís, que aun no se ha posicionado. Como ha recordado Ortiz, ni los trabajadores de los puertos, ni los sindicatos mayoritarios apoyan. Los populares, especialmente duros en esta sesión de control con el president, ven “con buenos ojos” la propuesta de Podemos para tumbar esta modificación en el debate a la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos.