“Realizar periodismo de investigación, comprometido con la verdad, como el que ejerce Carlos Sosa, tiene unos costes en muchos casos inasumibles”. El presidente de la Unió de Periodistes Valencians, Vicent Marco, ha expresado la solidaridad de la asociación mayoritaria de profesionales de la información en el País Valenciano con el director de Canarias Ahora, medio asociado a elDiario.es, con ocasión del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Sosa, junto con el colectivo de periodistas palestinos, ha sido galardonado con el 'Premi Llibertat d'Expressió' en su 43ª edición.
El periodista canario se enfrenta a un juicio por ejercer su oficio, tras una querella del exjuez Salvador Alba, que solicita una pena de 23 años de prisión. Se trata del juez que fue condenado a seis años y medio de prisión y 18 de inhabilitación por los delitos de prevaricación, cohecho y falsedad documental por su conspiración contra la magistrada Victoria Rosell, pareja de Carlos Sosa. “Eso está pasando y ese proceso tan surrealista en un Estado de derecho es lo que ha de sufrir Carlos Sosa”, ha lamentado Vicent Marco en el acto de entrega del premio, celebrado en La Nau de la Universitat de València.
“Es una anomalía del sistema y un ataque directo contra el cuarto poder, contra aquellos periodistas que están aquí para velar que las instituciones sean un instrumento para servir y no para servirse”, ha agregado el presidente de la Unió de Periodistes Valencians, quien también ha recordado que uno de los premiados en la edición anterior, el periodista Pablo González “continúa encarcelado de manera ilegal en Polonia”.
Carlos Sosa ha agradecido el galardón y ha recordado la emoción que sintió cuando se lo anunciaron: “No solo por lo que supone que un colectivo de colegas de profesión reconozca tu trabajo y el riesgo que a veces se corre al ejercerlo, sino especialmente por la entidad de los otros premiados: el sindicato de periodistas de Palestina, víctimas junto a la población de la Franja de Gaza, de la masacre y la aniquilación que el Estado de Israel está perpetrando allí”.
El director de Canarias Ahora, un periodista de la “ultraperiferia”, según su presentación, se ha referido a la carta del presidente Pedro Sánchez en la que anunció que se tomaba una pausa de cinco días para decidir si continuaba al frente del Ejecutivo tras la admisión a trámite de una querella de Manos Limpias contra su esposa, Begoña Gómez. “Yo también sufrí durante mucho tiempo”, ha dicho Sosa, “las consecuencias colaterales de que se persiguiera a mi pareja, Victoria Rosell, de la que yo también me confieso públicamente enamorado, y viví muy de cerca el sufrimiento que para ella supuso ver desmoronarse el prestigio y la respetabilidad del colectivo profesional, la judicatura, del que forma parte”.
Su pareja, presente en el Aula Magna de La Nau, sufrió una persecución a cargo del exjuez Alba, que ahora acusa a Carlos Sosa de los presuntos delitos de odio, de acoso y de revelación de secretos. Lo hace desde la prisión en la que cumple condena por conspirar contra la jueza Victoria Rosell, cabeza de lista de Podemos por Las Palmas y exdelegada del Gobierno contra la violencia de género.
“Por eso”, ha explicado el periodista, “estoy en disposición de afirmar ante ustedes que el 'lawfare' o instrumentalización de la justicia, persecución judicial o judicialización de la política, existe”. “Y da mucho miedo”, ha apostillado.
Carlos Sosa ha relatado su “experiencia personal y profesional” como “una cacería utilizando a la Fiscalía y a la Administración de Justicia desde el poder político, desde el Gobierno” y con la “participación ineludible e imprescindible” de determinados medios de comunicación que “acostumbran a prestarse con facilidad a este tipo de operaciones”. “Por supuesto, tengo pruebas suficientes para sostener esa afirmación donde sea preciso porque a esto he dedicado gran parte de los últimos ocho años de mi vida profesional, aunque ahora me quieran meter en la cárcel y acabar con mi patrimonio por contarlo”, ha afirmado el periodista.
“Esto va de meter miedo”
El galardonado ha situado el origen de la conspiración del exjuez condenado en las informaciones sobre el exministro popular José Manuel Soria publicadas por Canarias Ahora. Una vez en la cárcel, Alba se querelló contra Carlos Sosa y una jueza María Ángeles Velázquez dictó la apertura de juicio oral e impuso a Sosa una fianza de 422.500 euros, solicitada por Alba. La Fiscalía, por el contrario, pidió el sobreseimiento del caso. El auto está pendiente del recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid.
“¿De qué va esto?”, se ha preguntado Sosa. “Pues esto va de meter miedo, de poner límites a los periodistas, que sepamos que hay determinados asuntos en los que es mejor no meterse porque puedes acabar en el banquillo o, en el peor de los casos, en la cárcel y arruinado. Esto va de lo mismo que se ha debatido esta última semana en España, va de un poder judicial con graves incrustaciones de corrupción que, en mi opinión, en algunos casos actúa como una auténtica mafia al servicio de poderes que no son los que emanan democráticamente de las urnas”.