Las escuchas a Rus contando una supuesta comisión revientan la campaña del PP valenciano

Abril de 2006. En el interior de un coche. Alfonso Rus, barón del PP valenciano, y Marcos Benavent, exgerente de una empresa de la Diputación de Valencia, conversan. “Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once. 3.000, 4.000, 5.000, 6.000, 7.000, 8.000, 9.000, 10.000, 11.000, 12.000 euros, dos millones de 'pelas'”, Benavent, supuesto urdidor de una trama de corrupción investigada por la Fiscalía Anticorrupción, y Rus, presidente de la Diputación de Valencia cuentan los réditos de una supuesta comisión cobrada a un constructor.

El audio, difundido por la cadena SER, forma parte de las 10 horas de grabaciones facilitadas por Esquerra Unida (EU) a la justicia que destaparían una trama de corrupción inicialmente centrada en la Diputación de Valencia pero que podría extenderse a otros organismos de la Generalitat. El sistema era simple. Cargos del PP habrían cobrado a cambio de favores o adjudicaciones públicas de la administración.

La preocupación es palpable en el PP valenciano, una organización que ha tenido más de 100 cargos imputados en la administración. Alberto Fabra, el presidente de la Generalitat, está presionando a Rus, también alcalde de su ciudad, Xàtiva, desde 1995, para que dimita de todos sus cargos y renuncie a la reelección. Según fuentes del partido, si Rus no abandona, el partido lo expulsará. El PP estatal está de acuerdo. Y quiere la cabeza del presidente de la Diputación de Valencia antes del martes, cuando Mariano Rajoy visita Valencia. El escándalo sólo se puede mitigr con decisiones rápidas, cree el PP.

La secretaria general del partido en la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, no restó calado al asunto antes de que trascendiera el audio de Rus contando billetes. Los hechos “son preocupantes y si hay pruebas concluyentes y contundentes el partido será contundente como siempre ha sido”, ha dicho. Y parece muy preocupante. Altos cargos del partido aseguran que el goteo de informaciones sobre el caso “está reventado la precampaña del partido”.

Según EU, Benavent, con la aquiescencia o al menos el conocimiento de Rus, habría cobrado 900.000 euros a contratistas de la diputación a cambio de contratos públicos. No sólo eso. El sistema estaría generalizado y sería de conocimiento público de la cúpula del PP valenciano. Así lo probaría otra de las grabaciones desveladas, mantenida entre Marcos Benavent, exgerente de Imelsa, la empresa de la Diputación de Valencia que estaría en el centro de la trama, y Máximo Caturla, vicepresidente de la Diputación de Valencia. La charla se produjo en 2006, cuando Caturla era el número 2 de la Conselleria de Educación y gerente de Ciegsa, la empresa pública encargada de la construcción de colegios.

Benavent: “Ahora llamaré a Alfonso Rus, que me llamó esta mañana, y le diré que me han dado 30. Hostia, es lo que hay”.

Caturla (en referencia a Rus): “El pensaba que más”.

Benavent: “La de Xàtiva, la de Xàtiva es buena, que son 9 millones” [Rus es alcalde de Xàtiva desde 1995, donde Benavent fue concejal].

En otros pasajes de la conversación entre Benavent y Caturla se implicaría a Víctor Campos, exvicepresidente de la Generalitat liderada por Francisco Camps y condenado por el caso de los trajes, en el cobro de comisiones,.

“Debes hablar con Gerardo [Camps, ex conseller de economía]. Víctor [Campos] es recaudador, recauda. Pero va a su puto culo. Recauda mucho para 'el tuerto' [presumiblemente, Carlos Fabra, exvicepresidente de la Diputación de Castellón ahora en prisión]”, se escucha.

Corrupción sistémica

La oposición pide medidas rápidas y ejemplares ante el enésimo caso de corrupción en el PP valenciano. Ignacio Blanco, candidato a la Generalitat Valenciana de EU, acusa a Fabra de ser “un cobarde y un pusilánime”. Le exige que “expulse a Rus y le obligue a abandonar las instituciones que preside: la Diputación y la alcaldía de Xàtiva”.

Ximo Puig, secretario general del PSPV-PSOE, cree que “el caso involucra a todo el PP” responsable de la “corrupción sistémica” que ha sufrido la Comunitat Valenciana y de la que Fabra sería “cómplice”. Mónica Oltra, candidata de Compromís a la Generalitat, también cree que Rus es sólo una pieza más de una maquinaria corrupta. “Las escuchas implican al PP en su conjunto”. “La normalidad en el PP era cobrar comisiones y lo que se discutía era la cuantía (…). En todos los casos de corrupción sale a la luz lo mismo, el PP es un partido podrido”, asegura.