El que fuera presidente de la Asociación Valenciana de Politólogos (Avapol) José Luis Sahuquillo, quien dimitió en el año 2014 por plagio, participará en el postgrado de la Universitat de València 'Experto universitario en análisis psicosocial de la corrupción institucional'.
El curso arrancará a finales de enero y tiene un coste de 750 euros. El expresidente de Avapol es uno de los siete profesores que lo imparten y lo hace en calidad de director de Gobernatia, escuela de liderazgo y alto gobierno; director ejecutivo en Equàlitat, participació i igualtat y director en Relaciones Institucionales en SN&T, Consultoría Política.
Sahuquillo presentó la dimisión a la junta directiva de la entidad en septiembre de 2014 por plagiar en su artículo del libro 'La era de la #política2pto0' 14 párrafos de un texto mexicano sin citar la procedencia. Entonces, atribuyó la copia a un “error”.
La entidad, como colectivo, expresó entonces su rechazo “ante cualquier tipo de mala praxis académica”, como, según explicó, lo es el plagio de un capítulo firmado por Sahuquillo.
La directora del postgrado y catedrática del departamento de Psicobiologia, Manuela Martínez, ha confirmado la realización del curso y ha reconocido que conocía el asunto del plagio, pero considera que es algo ya pasado, que en su momento “trataría con quien lo haya tratado” y que Sahuquillo es “una persona muy óptima”.
Martínez ha explicado que le propuso colaborar “como uno de los fundadores de Gobernatia, ya que conoce bastante el día a día de la política en sus bases; tiene mucha experiencia y está al tanto de todo”.
El curso de Experto Universitario va dirigido a todos los estudiantes, licenciados o graduados y profesionales que estén interesados en conocer el fenómeno de la corrupción institucional desde un enfoque multidisciplinar, así como el estado actual de las investigaciones científicas sobre el impacto psicosocial que la misma tiene en el bienestar tanto de la sociedad como del los individuos en particular.
En él se analizan desde una perspectiva multidisciplinar, entre otras, las acciones institucionales tendentes a controlar, reducir o suprimir los derechos y libertades individuales que permiten amparar el abuso de poder o la capacidad de respuesta individual o social; los instrumentos que desde antiguo el poder ha diseñado y ejecutado para influir sobre la percepción de la corrupción de modo que el individuo minimice el conocimiento de la misma, como la manipulación de medios de comunicación y opinión, o el neuromarketing institucional; o la victimología de la corrupción policial, judicial y política.