El PSPV-PSOE de Valencia capital parece aletargado. A pesar de que las encuestas y las últimas votaciones apuntan que la larga etapa en la alcaldía del PP puede tocar a su fin, la militancia sigue a la baja y¸a juzgar por su participación en las primarias celebradas en Valencia, no muestra entusiasmo en la vida del partido a 7 meses de las elecciones municipales de mayo de 2015.
Sólo el 63% de los militantes socialistas del cap i casal (870 sobre un censo de 1.394 personas) acudió a elegir el próximo rival de Rita Barberá para gobernar el ayuntamiento, 17 puntos menos que la media de la Comunitat Valenciana. Los afiliados en Valencia, además, se cuentan a la baja. En las primarias de 2010, 1.763 socialistas tenían derecho a voto, casi un 20% más que ahora.
En el partido explican el desinterés de las primarias por lo cantado del resultado: Joan Calabuig, que contaba con el apoyo –discreto, pero apoyo al fin y al cabo- del secretario general del PSPV, Ximo Puig, se enfrentó a un candidato sin posibilidades reales de victoria, el también concejal Pedro M. Sánchez, que se quedó a menos de la mitad de votos que su rival (245 contra 580).
La restricción de las primarias a los militantes también ha restado interés. Manuel Mata, el rival más peligroso para Calabuig, optó por no competir cuando el partido decidió, a diferencia de en la elección para el candidato a la Generalitat, excluir del proceso a la ciudadanía. Calabuig, que será el primer socialista que repita como cabeza de cartel en Valencia desde que gobierna Barberá, tampoco despierta pasiones.
Lleva toda su vida en política –en 1982 ya trabajaba con el PSOE en el Ayuntamiento de Valencia-, es un reconocido lermista –de la facción del partido liderada por el expresidente socialista de la Generalitat, Joan Lerma- y su posición en asuntos clave (Fórmula 1 en Valencia, destrucción parcial del barrio del Cabanyal) ha sido, a decir de sus críticos, ambigua.
El PSPV de Valencia tampoco pasa por su mejor momento. Apenas obtuvo 51.000 votos en las elecciones europeas (16,7% de los sufragios, 17 puntos menos que en 2009, 4 puntos menos que el PSOE en la Comunitat Valenciana) y el partido no levanta pasiones entre la ciudanía, al menos a juzgar por su militancia: apenas el 0,17 % de los casi 800.000 vecinos de Valencia paga una cuota por su carné, aunque ese fenómeno no es exclusivo de Valencia ni del PSPV, afecta a todo el partido.