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Los primos del rey emérito también trataron de impedir el paso por su finca a un equipo de voluntarios de la DANA

Estado del puente que comunica la aldea del Reatillo con el exterior tras la DANA.

Lucas Marco / Sergi Pitarch

València —

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Voluntarios llegados de Sevilla para ayudar a los vecinos de la zona de la aldea del Reatillo, situada entre los municipios de Requena, Siete Aguas y Chera y muy cerca de la finca de la marquesa María de Borbón y de Rojas, denuncian las trabas que se encontraron por parte de la propiedad del coto privado de caza para acceder al lugar. El puente que comunicaba la aldea, formada por una decena de casas, con el exterior ha quedado muy afectado por la catastrófica DANA y la empresa propietaria de la finca remitió una carta a los consistorios de la zona, a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y a la Conselleria de Agricultura, Aguas, Ganadería y Pesca quejándose de que los vecinos de la aldea accedieran a su propiedad al no poder cruzar por el paso habitual.

La Asociación de Vecinos del Reatillo lamentó este miércoles en un comunicado la actitud de los dueños de la finca y desmintió algunas afirmaciones de la misiva, firmada por el marqués Ramón José de la Cierva García-Bermúdez, marido de María de Borbón y de Rojas.

Ignacio Martínez, presidente de la asociación sevillana Raids Solidarios, asegura que tres vehículos 4x4 de voluntarios de la entidad se toparon el pasado 6 de noviembre con trabas por parte de la propiedad de la finca. “Antes de llegar al puente derruido ya nos pararon los guardeses de la finca en la carretera que lleva al puente para comunicarnos que no podíamos acceder, ya que el puente estaba derruido y que solo se podría llegar por finca privada al mismo y que era mejor que no siguiéramos, a lo que les contestamos que llegaríamos al puente para estudiar alguna posibilidad de paso”, relata Martínez.

El pequeño grupo de voluntarios se desplazó desde Sevilla con tres vehículos 4x4 hasta Requena, donde dejaron en manos de la Cruz Roja el material que habían llevado consigo en solidaridad con los afectados. Se trata de una asociación que, además de organizar viajes solidarios con sus jeeps al norte de África, se encarga cada año de transportar las carrozas de la cabalgata de reyes en Sevilla. Tras descargar en Requena, acudieron en sus tres vehículos a la aldea del Reatillo para colaborar en labores de limpieza y desescombro.

“Dejamos los vehículos aparcados y, entre vecinos de la aldea y nosotros, hicimos un pequeño paso peatonal colocando algunas piedras y una cuerda de seguridad para poder acceder andando hasta la aldea y poder hacer trabajos de limpieza en las casas más afectadas”, afirma el presidente de la asociación. “Comprobamos que es fácil el acceso en 4x4 a la aldea, pero efectivamente, pasando a la finca privada y recorriendo unos 500 metros por una pista en mal estado de la finca”, detalla Ignacio Martínez.

Vehículos de la Guardia Civil se personaron en la zona. Los agentes del instituto armado acudieron a la zona por si los vecinos necesitaban medicinas o alimentos y les ofrecieron salir de la aldea “si era necesario”, según el comunicado de la asociación vecinal. “También nos dijeron que si podíamos seguir aquí era donde mejor estaríamos, siempre que pudieran facilitarnos un acceso, ya que era nuestra vivienda habitual. Entendían perfectamente que quisiéramos quedarnos en nuestras casas si era posible, tratando de limpiar el barro e ir arreglando poco a poco los desperfectos”, afirma el comunicado de la Asociación de Vecinos del Reatillo.

Los voluntarios llegados desde Sevilla trataron en todo momento de acceder a la aldea evitando las trabas de los propietarios de la finca. “Nos fuimos de nuevo al puente a esperar que llegaran, cuando llegaron [los agentes de la Guardia Civil] les acompañaban en el mismo vehículo los guardeses de la finca y con el mismo argumentario que hemos visto en la carta del propietario de la finca, [dijeron que] no tenemos su autorización”, explica Martínez.

“En ese momento”, continúa el presidente de la asociación sevillana, “nos comentan que existen caminos alternativos para acceder a la aldea, nos acompañan hasta un cruce de la carretera y nos indican el recorrido a seguir”. Sin embargo, tras recorrer las pistas comprobaron que “ninguna de las tres alternativas era practicable, son caminos que deben de llevar decenios sin usarse, totalmente rotos y cubiertos en su gran parte de vegetación, aparte de los corrimientos de tierra que han provocado las lluvias”. “Igualmente”, agrega, “si tuviesen acceso nos hubiera obligado a cruzar el río, ya que la aldea se encuentra en la rivera de enfrente”.

“Se nos pasó casi todo el día en buscar los caminos y pasos que nos indicaron los guardeses y la Guardia Civil. Por lo que decidimos volver, dejar aparcados nuestros coches (evitando conflictos con la propiedad de la finca) y cruzar andando”, afirma Ignacio Martínez.

En ese momento había en la aldea, al menos, cuatro efectivos de la Guardia Real, unidad desplegada en localidades como Chiva, Utiel, Picanya, Requena y Buñol y con el puesto de mando situado en Montcada. La Guardia Real despliega diariamente a su personal hacia las diferentes localidades para iniciar las tareas asignadas por la Unidad Militar de Emergencias (UME) en materia de desescombro, limpieza y saneamiento de viales, desalojo de enseres en viviendas y garajes, retirada de vehículos de la vía pública y vigilancia nocturna.

Fuentes vecinales sostienen que la presencia de los efectivos de la Guardia Real fue casual y desligan su aparición en la zona de la finca de los parientes del rey emérito. Los militares de la Guardia Real colaboraron con los vecinos en las tareas más prioritarias, tal como muestran las fotografías de aquella jornada del pasado 6 de noviembre. Al día siguiente, según informó la Guardia Real, se produjo el primer relevo de sus efectivos, que incluso fueron incrementados (inicialmente eran 195). Ni la Casa Real ni la propia Guardia Real han contestado las preguntas de este diario.

La vuelta a Sevilla con “sabor agridulce”

Al llegar a la aldea del Reatillo, “también nos comunican que la propia Guardia Real ha tenido que rellenar la zanja que impide el paso a la carretera desde la finca a la carretera de acceso y a la vuelta para poder salir han abierto la barrera que les impedía el paso a la finca”. A última hora de aquella jornada, uno de los voluntarios de la asociación se encontraba indispuesto y sus compañeros accedieron para “rescatarlo” y llevarlo a un hotel de Requena.

La siguiente jornada, el pasado 7 de noviembre, acudieron de nuevo a la zona y cruzaron “andando cargados con todos los elementos necesarios para continuar con las labores de limpieza y corte de vegetación”. La carta firmada por el administrador único de Borcier SA (empresa propietaria de la finca), el marqués Ramón José de la Cierva García-Bermúdez, marido de María de Borbón y de Rojas, lleva fecha de 7 de noviembre. La Asociación de Vecinos del Reatillo criticó este miércoles en un comunicado el papel “patético” y “altamente insolidario” de los marqueses propietarios de la finca, de casi 2.000 hectáreas.

El presidente de la asociación 'Raids Solidarios' también considera “totalmente increíble” la actitud de la propiedad de la finca, que “conociendo las circunstancias, impida el paso a la aldea del Reatillo, por una pista, en mal estado, que discurre por la linde de la finca”.

“Nos hemos vuelto [a Sevilla] con sabor agridulce, no entendiendo la actitud de algunas personas”, concluye el presidente de la entidad solidaria.

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