Bajo el lema 'València s'ofega' (València se ahoga), que rememora la riada que inundó la ciudad el 14 de octubre de 1957, se ha convocado una manifestación para el próximo 19 de octubre que reivindica el acceso a la vivienda digna, la defensa del territorio y la regulación que evite la turistificación.
La cita está impulsada por el movimiento València no está en venta, el cual integra varios colectivos y asociaciones de la ciudad que comparten la preocupación por la situación de València en materia de vivienda, planificación urbanística y protección del territorio.
Los convocantes justifican la protesta con argumentos que van desde lo social a lo económico, por “la pérdida de la identidad propia y cultural que nos une como pueblo, la devastación del territorio en favor de la construcción y edificación desmesurada, la desaparición del comercio tradicional, los problemas de contaminación y convivencia que se generan y la subida de precios generalizada y precarización en sectores como el hostalero son solos la punta del iceberg de la problemática que afecta la ciudad y desplaza forzosamente el vecindario”.
En la misma convocatoria se ofrecen ya propuestas a las instituciones, pidiendo la regulación efectiva del alquiler y de compraventa de vivienda, un parque de vivienda pública digna y sin caducidad mediante el aprovechamiento de los inmuebles existentes, el paro de los desahucios sin alternativa habitacional, la prohibición de los apartamentos turísticos, el desarrollo de una normativa que regule la cantidad y distribución de establecimientos y alojamientos destinados al turismo, el paro de la entrada de cruceros, la protección de los espacios naturales, la paralización de la ampliación del puerto y del aeropuerto, así como el decrecimiento del turismo, del consumo de recursos y de la contaminación que este genera.
Con todo el objetivo de la protesta es “fomentar y recuperar el tejido vecinal, los espacios privados y públicos; por la defensa de un derecho fundamental como es el de la vivienda; para preservar la identidad y cultura valenciana y para decir no a las entidades responsables de la turistificación, que oprimen y mercantilizan los derechos fundamentales de las personas y su territorio”.