Cientos de personas se han concentrado este lunes ante la biblioteca municipal de Borriana en señal de protesta por la censura del concejal de Cultura de Vox –que gobierna desde hace unas semanas con el PP en este municipio castellonense– a una serie de revistas en valenciano, cuya suscripción canceló. “Queremos vivir plenamente en valenciano”, se leía en la pancarta que presidía la concentración.
La protesta, convocada por Plataforma per la Llengua, se refería a la censura de las revistas infantiles Camacuc y Cavall Fort, la revista especializada en música en catalán Enderrock, el semanario de actualidad El Temps y la publicación de temática lingüístca Llengua Nacional. A la concentración han asistido, junto a la ciudadanía y colectivos cívicos como Escola Valenciana y Acció Cultural del País Valencià, representantes de sindicatos como CCOO y de fuerzas políticas progresistas como Compromís-Sumar, con el síndic en las Corts Valencianes Joan Baldoví y el exconseller de Educación y Cultura Vicent Marzà, y el PSPV, con la exalcaldesa de la localidad Eva Redondo.
El delegado de la Plataforma per la Llengua del País Valencià, Antoni Royo, ha exigido al Ayuntamiento de Borriana que “vuelva a la situación anterior para que la gente pueda leer cualquiera de las revistas retiradas ya que, a los que no quieran, nadie les obliga”. Ha añadido que “es un planteamiento cultural y de auténtica democracia”.
En declaraciones a Efe, Royo ha pedido que se vuelvan a poner las publicaciones a disposición del público: “Las revistas estaban a disposición de la gente y quien quería libremente las leía y quien no quería, no”. Royo ha asegurado que lo que ha ocurrido es “desagradable” y ellos “no querían crear esta situación”. Sin embargo, ha explicado, “el que ha sido designado concejal de Cultura debería estar programando actividades culturales y no estaba llamado a ser concejal de incultura”.
Por otro lado ha subrayado que las revistas censuradas “no tienen nada en común, solo que están en valenciano”, y pueden “interesar a públicos muy distintos”. Ha lamentado que lo que sucede en este caso es precisamente que “no toleran que estén en valenciano” y eso “es una opinión personal”, algo que “no está en el trabajo de ocuparse de la cultura de Borriana sino que supone censurarla”.
Esta censura fue apoyada por el que será el vicepresidente de la Generalitat Valenciana, el extorero Vicente Barrera, así como también por el propio Santiago Abascal, que afirmó: “Nos estamos oponiendo al imperialismo catalán”. Mientras, el PP se ponía de perfil al señalar que las revistas se pueden comprar de forma privada.
Por el contrario, la empresa editora de El Temps, una de las revistas censuradas, ha comprobado que “el resultado ha sido uno avalancha de nuevas suscripciones y mucha gente movilizada”.