Con Fabra pidiendo caridad a Mariano Rajoy para sobrevivir a 2014 y la Generalitat en quiebra, cualquier iniciativa es poca para ingresar dinero. Eso han debido pensar en Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), que busca patrocinadores que paguen por dar su nombre para las estaciones de metro, tren o tranvía que gestiona.
La idea no es original. Madrid ya cambió el naming -palabro inglés que define la cesión de un nombre a una marca a cambio de dinero- de su estación de metro más celebre, la de Sol, que ahora se llama Sol Vodafone. La iniciativa causó rechazo en muchos ámbitos: supone una cesión del espacio público a empresas con -seguramente legítimo- ánimo de lucro.
En la Comunidad Valenciana, de momento, no sé es tan ambicioso. “En Alicante son 3.000 euros mensuales lo que nos pagan por un centro comercial que patrocina (una estación), como en Valencia podría ser la parada Colón. Una gran superficie o un centro médico pone su nombre y paga por eso”, explica Isabel Bonig, la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.
¿Cuanto valdría el naming o codenominación de, por ejemplo, la estación de Colón en Valencia? El Dios Mercado tendrá la respuesta. La Generalitat abrirá en 2014 la recepción de ofertas para, en caso de haberlas, manchar el nombre tradicional de una o varias estaciones de Metro Valencia o el Tram de Alicante con denominaciones comerciales.