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El PAI de Benimaclet divide al tripartito: El PSPV se opone a reducir edificabilidad porque se perderían 137 VPO

Nuevo choque entre los socios del Govern de la Nau. Tras los desecuentros protagonizados a cuenta del PAI del Grao y de la solución para el bloque de Portuarios del Cabanyal, se ha producido una nueva fractura por el proyecto urbanístico presentado recientemente por Metrovacesa para Benimaclet.

El Plan de Actuación Integrado (PAI) fue objeto de críticas por parte de la asociación de vecinos de Benimaclet, entidad que participó activamente en el diseño de la zona y que se sintió engañada al considerar que no se había contemplado la reducción de la edificabilidad que solicitaban.

El PAI prevé la construcción de 1.345 viviendas de las que un 30% (403) serán de Protección Pública y un 10% (134) destinada a vivienda social para colectivos con

más problemas de acceso, como personas mayores, jóvenes o familias con

rentas bajas.

Sin embargo, los vecinos siempre habían puesto el tope en 1.000 viviendas, una cifra que consideran suficiente para hacer viable el proyecto y que evitaría una saturación.

Compromís, por boca del alcalde de València, Joan Ribó, se sumó a esta reivindicación y solicitó también una revisión de las alturas de las dos torres previstas de hasta 30 pisos, mientras València en Comú habló incluso de estudiar la reversión del PAI “por completo o en parte”.

Sin embargo, la portavoz del grupo municipal socialista y candidata a la Alcaldía de València, Sandra Gómez, ha asegurado este jueves que “no es defendible desde la izquierda la pérdida de viviendas sociales y públicas” y ha advertido que el acceso a la vivienda es “uno de los principales problemas que preocupan a las familias trabajadoras”.

En estos términos se ha pronunciado sobre la petición de reducir la edificabilidad del PAI de Benimaclet. Una medida que, ha afirmado, “no sería gratis” y supondría “la pérdida de casi 135 viviendas sociales y públicas”.

Gómez ha recordado que el proyecto actual recoge las peticiones de los vecinos que recogió el Ayuntamiento a través de un proceso participativo que fue ratificado por el Pleno Municipal.

“La reducción a un máximo de 1.000 viviendas supondría la pérdida de 103 VPP y de 34 viviendas sociales”, ha puntualizado.

“La permeabilidad del barrio con la huerta está asegurada con el gran jardín central y los huertos urbanos, con la disposición de los edificios, de entre 8 y 12 alturas acorde con los edificios existentes, perpendiculares a la ronda para no frenar la brisa y no constituir una barrera”, ha descrito.

Respecto a los edificios de los extremos, ha indicado que el plan recoge que “pueden tener entre 10 y 30 alturas por lo que no tienen no tienen que ser necesariamente de 30”.

En cuanto a la reducción de costes de urbanización, Gómez ha explicado que la avenida Valladolid no se prolonga como estaba prevista, pero sí de manera peatonal.

Además, los viales que no se ejecutan no suponen un ahorro, ya que ese mismo terreno será otra cosa, como jardines. Y los costes de urbanización de un jardín por metro cuadrado son superiores a los de un vial.

Asimismo, tal y como sucede en Malilla, ha explicado que los huertos urbanos requieren acequias, balsas, caminos, casas de aperos, vestuario y se preparan las parcelas con material drenante y tierra adecuada. “Por lo que también conlleva

costes de urbanización“, ha apostillado.

La candidata socialista ha señalado que “no se puede prever a cuánto ascendería una posible indemnización por eliminar ese 25% de la edificabilidad, ya que eso lo determinaría un juez”.

“Podemos afirmar que nadie ha expuesto cuál es la ventaja de este cambio”, ha aseverado y ha afirmado que “no hay nada que favorezca menos a la izquierda y a las familias trabajadoras que las empresa se lleven una indemnización por no hacer nada”.

Crecimiento sostenible

“La mejor fórmula para que vuelva la derecha es generar miedo, polarización, tensión y que esta ciudad quede paralizada”, ha advertido y ha contrapuesto la posición de los socialistas que defienden que València “crezca de manera sostenible”.

“El progreso sostenible es bueno para todos los vecinos y vecinas porque creamos más vivienda de protección pública y social y más dotaciones públicas”, ha argumentado y ha recordado que una de las primeras acciones de la Concejalía de Urbanismo que dirige el socialista Vicent Sarrià fue impulsar en la revisión del Plan General de Ordenación con la protección de cerca de 800 hectáreas de huerta y completar la ciudad consolidada.

En este sentido, ha recordado que los terrenos del PAI de Benimaclet están considerados como urbanizables en el PGOU.

Así, ha apostado por “dejar de ofrecer una continua imagen de parálisis e inestabilidad” porque de lo contrario “nadie querrá venir a invertir”.

“Si continuamente trasladamos la imagen de que en València es difícil invertir y que cualquier iniciativa privada es mal vista, o que hay una predisposición negativa la situación se polarizará y nadie ganará”, ha expuesto.

Gómez ha llamado la atención sobre que la proximidad de la cita electoral está alentando “a algún grupo” a “marcar posturas contrarias a cualquier iniciativa del equipo de gobierno” ante lo que ha advertido que es “más progresista trabajar que criticar”.

En esta línea, ha vuelto a hacer un llamamiento para que “quien discrepa del trabajo realizado por el grupo socialista tiene la obligación de abrir los debates dentro del gobierno, no siempre en la prensa”.