Mismo partido, pero posiciones que varían en función del contexto político y de los tiempos. En julio de 2007, cuando el puerto de València obtuvo la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) para su macro ampliación norte por parte del Ministerio de Medio Ambiente, entonces dirigido por Cristina Narbona (PSOE), el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de València, con Carmen Alborch como portavoz y con el actual ministro de Fomento, José Luis Ábalos, como concejal, se posicionó en contra del proyecto.
Entonces, la Autoridad Portuaria (APV) estaba presidida por Rafael Aznar y tanto en el Ayuntamiento como en la Generalitat gobernaban con sendas mayorias absolutas de Rita Barberá y de Francisco Camps, ambos favorables al proyecto.
Tal y como queda reflejado en la DIA, el grupo municipal del PSPV-PSOE presentó alegaciones contra la ampliación. En sus escritos, los socialistas valencianos alegaron que era incompatible con el Plan de Acción Territorial del Litoral, que no está debidamente justificada y advirtieron de su impacto visual desde la playa de la Malvarrosa, un aspecto que también forma parte del informe jurídico realizado recientemente por el Ayuntamiento para exigir una nueva DIA.
Además, el programa electoral del PSPV-PSOE de València ciudad de cara a las elecciones de 2007 que contaron con Alborch como candidata apostaba por llevar la ampliación al puerto de Sagunt.
Paradojas del destino, 12 años más tarde es un histórico del PSPV como Aurelio Martíne, quien promueve la segunda fase de esta ampliación norte como presidente de la APV.
Además, con José Luis Ábalos, quien formaba parte del grupo municipal socialista que alegó contra la ampliación en 2007, como jefe de filas al ser el máximo responsable como ministro de Fomento, departamento del que depende Puertos del Estado.
De momento ya se han encontrado con la oposición del Ayuntamiento de València, con Joan Ribó (Compromís) como alcalde, quien considera imprescindible solicitar una nueva DIA tras los cambios introducidos en el proyecto de ampliación por el propio Martínez.
Así quedó plasmado en la votación del consejo de administración del pasado viernes 27 de septiembre, cuando Ribó votó en contra del primer paso del proceso de adjudicación.
Un Consejo en el que la Generalitat que preside el también socialista Ximo Puig no se posicionó oficialmente puesto que no partició en la votación al no haber nombrado aún a sus representantes en el órgano de dirección de la APV.