Ximo Puig, candidato del PSPV a la presidencia de la Generalitat, no parece estar pensando en clave postelectoral a pesar de que los sondeos indican que desalojar al PP de la Generalitat requerirá de un pacto entre todos o casi todos los partidos de centro-izquierda: además de los socialistas valencianos, Compromís, EU y Podemos. El secretario general del PSPV ha encendido a sus posibles socios de gobierno con su propuesta de cara a cara con Alberto Fabra.
Mónica Oltra, el político valenciano más valorado, no se ha cortado. “Parece que los candidatos del PSPV y del PP han pactado celebrar debates a dos para blindar el bipartidismo y disminuir la democracia”, ha dicho.
“Los debates electorales deben ser públicos y plurales y deben responder a las expectativas reales y las encuestas que, en este momento, dan entrada al multipartidismo en las Cortes Valencianas y ofrecen unos resultados muy igualados”, ha insistido, en un guiño a Podemos, Oltra.
El candidato de este partido, Antonio Montiel, se ha expresado en los mismos términos. “El PP y el PSOE quieren aparentar que se juegan la mayoría en las elecciones ”cuando los hechos demuestran que estamos ante el fin del bipartidismo. Es un debate que no interesa a los ciudadanos“. Montiel, además, no ha perdido ocasión de atizarle a los socialistas. ”Me cuesta creer que el PSPV esté en condiciones de liderar el cambio cuando no ha presentado alternativas creíbles“.
Ignacio Blanco, de EU, también considera fuera de lugar la propuesta de Puig. “Es una equivocación porque intenta resucitar el biparatidismo cuando la realidad va en camino contrario. Todos los debates politicos organizados por la sociedad civil son plurales, reflejando lo que serán las Corts Valencianes: plurales, multipartidistas”.
Puig lleva meses proclamando su intención de liderar una sólida mayoría para, si fuera necesario, pactar después con quién sea necesario excepto con el PP. En esa línea encajaría su propuesta de presentarse como la alternativa natural al PP de Fabra. Compromís, EU y Podemos ven con desagrado su exclusión del debate. Nadie dijo nunca que la unidad de la izquierda fuera fácil.