El último disco de David Bowie, Blackstar, se editó apenas dos días antes de que el artista falleciera, por lo que nunca pudo llevarse al directo. Ahora, una iniciativa liderada por el veterano Remi Carreres (Glamour, Comité Cisne, Jean Montag, Coleccionistas...) se arriesga a interpretar el álbum al completo en un concierto único, que acoge el viernes 3 de febrero a las 22:30h la Sala Russafa.
“La idea surgió a raíz de un homenaje que se hizo al poco de fallecer Bowie. Samuel Reina, Pablo Andreas Pérez y yo interpretamos la canción Lazarus, que acababa de salir como single de su último disco. Y de esa experiencia se nos ocurrió la idea de atrevernos a trabajar todo el álbum”, recuerda Carreres.
El bajista y compositor admite que lo fácil hubiera sido hacer un “concierto-karaoke, con los grandes éxitos que todo el mundo conoce”. Pero adentrarse en estas composiciones, que mostraban una nueva faceta de Bowie, resultó mucho más complicado y apasionante, les hizo crecer como músicos.
“No quisimos copiar lo que habían hecho los intérpretes de avant-jazz que acompañaban a Bowie en el estudio, sino llevar las composiciones a nuestro terreno”, explica el artista. Un costoso proceso de investigación y creación que duró siete meses. Y en el que, a la voz y guitarra de Reina, el saxo de Pérez y el bajo de Carreres, se sumó la percusión y batería de Dani Cardona.
“Hemos ido explorando las canciones hasta descubrir su esencia, desnudarlas y comprenderlas, porque no eran composiciones sencillas. A partir de ahí, las hemos ido vistiendo otra vez, pero con nuestro estilo, con nuestros arreglos”, comenta Carreres. Quitando algunas capas de sonido, adaptando ciertos ritmos, pero manteniendo los matices que transmiten la intención del autor, ha surgido este Proyecto Blackstar que Carreres se aventura a pensar que hubiera gustado a Bowie, “sobre todo porque es fruto de la pasión por la exploración, el juego y el riesgo, algo que él imprimía a todos sus trabajos y que marcó su trayectoria”.
El repertorio se completa con una introducción instrumental rescatada del disco del Duque Blanco, Low y con una canción inédita realizada para la banda sonora del musical Lazarus, que ha aparecido recientemente.
La puesta en escena
Para la puesta en escena de esta peculiar propuesta en la que participa el artista gráfico Epi Neuraska, que ha creado unas proyecciones que se desarrollan, crecen y entretejen al ritmo de las canciones,influidas por la intensidad de la interpretación en directo.
Siguiendo el espíritu de la última portada de Bowie, que fue la única en su discografía que no llevaba una fotografía del artista sino que estaba presidida por una imponente estrella negra, los músicos se diluyen en el escenario para dar protagonismo a un universo vivo, envolvente, que referencia al espíritu del disco.
“Para nosotros, Blackstar es una obra maestra, uno de los 5 mejores trabajos de Bowie, y queríamos que tuviera el protagonismo completo. Pretendemos que sean más importantes las canciones que la gran figura de su autor y, por supuesto, que nuestra humilde reinterpretación”, comenta Carreres, quien no sabe si ésta será la única oportunidad de presentar este proyecto.
“Ha sido necesario mucho trabajo para poner en pie este homenaje, pero sólo tiene sentido si se interpreta en vivo y con unas buenas condiciones de acústica y proyección, un contexto que permita realmente al público meterse realmente en el ambiente del disco y disfrutar de la despedida de Bowie”, concluye el artista.