El 'bou embolat' ya es historia en Valencia. Así lo han anunciado este martes el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, y la concejala de Bienestar Animal, Gloria Tello, en una decisión que se ha adoptado sin ningún titpo de consulta ni participación ciudadana y que ha creado una gran polémica tando en el seno del tripartito como en el de Compromís.
La edil ha comentado al respecto que se siente “muy satisfecha de que el bou embolat se acabe en nuestra ciudad y en nuestras pedanías” puesto que se trata de “una práctica tremenda en la que se somete al animal a una fuerte situación de estrés que le puede causar alteraciones funcionales y orgánicas que no podíamos tolerar”.
Además, Tello ha recordado que según el reglamento de Festejos Taurinos, “estas actividades requieren una declaración favorable del Ayuntamiento y en este caso la declaración es completamente contraria con el trato digno que creemos que deben recibir los animales”.
De esta forma, las pedanías de Massarrojos, Benifaraig, Carpesa y Borbotó no podrán realizar esta actividad durante sus fiestas, aunque sí podrán hacer vaquillas. Al respecto, desde Bienestar Animal han recordado que los organizadores deben tener una ambulancia disponible, un dispositivo de policía, torniquetes y seguros, servicios que debe costear cada agrupación. Las mismas fuentes han advertido que serán “inflexibles” en el cumplimiento de toda esta ordenanza.
Polémica en el tripartito
El anuncio de la prohibición ha creado malestar en el seno del tripartito, especialmente en el PSPV, partido que cuenta con numerosos aficionados a los toros.
Al respecto, el más contundente ha sido el concejal de Hacienda, Ramón Vilar, quien se ha mostrado “radicalmente en contra” y quien ha asegurado que se trata de un primer paso para llevar adelante “un programa encubierto que aspira a cerrar la plaza de Toros de Valencia, tal y como se ha hecho en Barcelona”.
Vilar ha criticado que este punto no se econtraba entre los puntos del acuerdo de La Nau que propiciaron el pacto con Compromís y València en Comú y ha afeado que no se haya hecho una consulta popular como en otras localidades, por ejemplo, recientemente n Xàtiva.
Por su parte, en el seno de Compromís también ha habido polémica. Desde la Concejalía de Pedanías que gestiona Consol Castillo (Compromís) se han mostrado disgustados con la forma en que se ha adoptado la medida: “Se tenía que haber abierto un proceso de consulta y participación con las pedanías y los festeros”.
Por su parte, los socios de Gobierno de Valància en Comú han asegurado que están “a favor de la prohibición” y que “la crueldad con los animales no se somete a votación ni es negociable”.