El carril bus dejará de ser una opción más para facilitar el aparcamiento a vecinos o visitantes por las noches.
El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi (Compromís), ha anunciado este viernes que a partir del 10 de abril quedará prohibido estacionar en el espacio reservado por el que circulan las 12 líneas nocturnas de la EMT.
La medida afectará entre otros viales a varios tramos de las Grandes Vías, Primado Reig, Blasco Ibáñez, calle Alboraya, Eduardo Boscá, Cardenal Benlloch, Blanquerías, Conde Trénor o calle de la Paz, entre otras.
Según ha explicado Grezzi, se señalizarán todas las vías afectadas y en el resto de carril bus se podrá estacionar de 22.30 a 7.00 horas, una hora media menos que hasta ahora, cuando se podía aparcar de 22.00 a 8.00 horas.
La autorización para aparcar por las noches en el carril bus se aprobó en el año 1999 con el PP de Rita Barberá al frente del Consistorio, una medida que se justificó para favorecer a las salas de cine, teatro y a la hostelería, principalmente.
Grezzi ha comentado que tras debatirlo con diferentes colectivos sociales y vecinales, así como con hosteleros y taxistas, se ha tomado esta decisión para favorecer el funcionamiento de las líneas nocturnas y para mejorar la seguridad de los usuarios, especialmente los que cuentan con alguna discapacidad, que podrán acceder a los buses sin problemas desde las paradas, sin tener que sortear los coches aparcados.
Las líneas nocturnas, sin embargo, dejan de funcionar a las 3.00 horas de la madrugada, por lo que entre las 3.00 y las 7.00 horas solo es utilizado por el colectivo de taxistas.
Grezzi ha recordado que existe 4.000 plazas en 16 aparcamientos en el centro. Algunos de ellos, como el de la calle Colón o calle Ruzafa cierran por las noches falta de demanda, por lo que ha animado a las empresas que los gestionan a lanzar ofertas para que la gente llene estas plazas.
El edil ha informado también que a partir del 10 de abril dejará de funcionar el Correnit, una línea que funciona los viernes y sábado hasta las 4.30 horas y que conecta las diferentes zonas de ocio de la ciudad.
Según Grezzi, esta línea solo la usan de media 9 viajeros cada hora, por lo que su coste no estaba justificado. En su lugar, estos buses se destinarán a las líneas nocturnas 1 y 6 que reducirán sus tiempos de espera de 50 a 25 minutos.
Por otra parte, el responsable de Movilidad ha informado que a lo largo de la semana que viene se iniciarán los trabajos para segregar el carril bus de la calle Colón con separadores físicos, tal y como se ha hecho ya en Matías Perelló y Centelles, por lo que en esta vía tampoco se podrá aparcar.
Los vecinos denuncian falta de participación
La presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, ha comentado sobre esta medida que se ha tomado de forma unilaterial y sin participación: “Había mesas de movilidad abiertas sobre el tema en las que no se había llegado aún a una conclusión final y sin embargo la medida se comunicó de forma precipitada y por sorpresa en la tarde del jueves, eso no es participación”.
Broseta ha comentado que cualquier mejora en el servicio es bienvenida en referencia las líneas nocturnas 1 y 6, pero ha comentado que la ciudad necesita al menos los fines de semana servicio nocturno ininterrumpido para que el bus sea una auténtica alternativa al coche, ya que ahora las líneas nocturnas finalizan a las 3.00 horas.
Por su parte, la portavoz del PSPV, Sandra Gómez, cuyo partido es socio de Gobierno de Compromís y València en Comú, ha afeado también las formas y los tiempos de la medida: “Medidas que van a afectar a miles de personas y suponen un cambio radical no se pueden tomar de un día para otro, hay que debatir sobre la progresividad y las formas”.
Por su parte, el concejal del PP, Alberto Mendoza, ha advertido que “la afección al sector de la hostelería va a ser muy grave” y ha reiterado que la prohibición “también va a afectar a la calidad de vida de los vecinos que utilizaban el carril bus como aparcamiento y a los visitantes del Área Metropolitana”.