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Rus impulsó un nuevo edificio educativo con un 56% de sobrecoste y cedió gratis el antiguo a la Universidad Católica

El Insitituto Doctor Lluís Simarro de Xàtiva cuenta con un nuevo centro desde 2010, un centro que también se vio afectado por los sobrecostes de Ciegsa y llegó a dispararse su precio a los 12,5 millones de euros, un 56% más de los 8 millones por los que fue adjudicado. Pero de esta inversión de dinero público no únicamente se vieron beneficiados los alumnos de la comarca, sino también la Iglesia ya que antes de finalizar el año la Universidad Católica abría una nueva sede en Xàtiva, precisamente en las antiguas instalaciones del IES Simarro, a coste cero por la cesión gratuita durante 25 años que hizo el gobierno del PP de Alfonso Rus, a cambio de hacer una reforma que sólo costó 2,5 millones.

La construcción del nuevo instituto fue criticado en su momento por sus desproporcionadas dimensiones con capacidad para 1.400 alumnos pero que en aquel momento tenía 800 y en el actual curso apenas supera los 1.000, como se denunciaba desde la oposición que calificaba la construcción de “macrocentro”. Además también se criticó que el centro entró en servicio sin estar la zona completamente urbanizada, con obras que cortaban accesos de calles y sin la iluminación necesaria.

Desde el gobierno municipal se defendió el nuevo centro asegurando que con éste ya se cumpliría la nueva normativa educativa, y que era mejor opción que la adaptación de las antiguas instalaciones porque en el anterior instituto estaban “apretados” y el nuevo era “un palacio”, según afirmaba el entonces concejal de Educación Ramón Vila. El día de su inauguración el mismo conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, manifestaba que las infraestructuras de la Generalitat “no se paran ni con crisis, ni sin crisis”.

Por su parte el exalcalde de Xàtiva, Alfonso Rus, aseguraba que se entrevistó con Francisco Camps para pedir la renovación de algunos centros escolares porque “era necesario, la gente nos pedía estar en buenas condiciones”, y que la respuesta fue que se construirían nuevas dependencias. Por otra parte el mismo Rus apuntaba que el ayuntamiento cedió un suelo inicial para la construcción del instituto de 12.000 metros cuadrados, pero que desde consellería pidieron más y se llegó a subir a los 19.000 metros cuadrados.

Universidad Católica

Pero el centro que se dejaba realmente no estaba en tan malas condiciones y fue ofrecido por el propio Alfonso Rus a la Universidad Católica para que abrieran diferentes titulaciones en la ciudad. Xàtiva compitió con ciudades como Alzira, pero fue la ciudad de la Costera la que finalmente se llevaría la universidad. La oferta fue la cesión gratuita por 25 años del espacio del antiguo IES Simarro que se acercaba a los 10.000 metros cuadrados.

La adaptación del centro antiguo costó 2,5 millones a la Universidad Católica para adaptarlas a las necesidades de los tres grados que empezó a ofrecer desde aquel mismo curso, en octubre de 2010.

La oposición política recriminó a Rus que cediera gratuitamente la parcela y no la vendiera a la Iglesia, en palabras de la entonces portavoz del Bloc y hoy concejala de Urbanismo de Xàtiva, Cristina Suñer. Por su parte el hoy alcalde Roger Cerdà lamentó entonces que se optara por una cesión a una universidad privada y no se hubiese contactado antes con las universidades públicas valencianas.