Alfonso Rus, expresidente de la Diputación de Valencia, ha llegado a la Ciudad de la Justicia este martes para sentarse en el banquillo de los acusados por la pieza separada D del 'caso Taula' relativa al presunto amaño del concurso del 'call center' adjudicado, mediante una firma pantalla, por la empresa pública Imelsa al exsuegro de Marcos Benavent, autodenominado 'yonqui del dinero'. “Todo esto es una pantomima contra mi persona”, ha dicho Rus.
La Fiscalía Anticorrupción solicita ocho años de cárcel para el expolítico del PP, por los presuntos delitos de prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias; cuatro y medio para Benavent, por prevaricación y malversación, y 13 años para Mariano López, exsuegro del 'yonqui del dinero' y el empresario Fernando José Palomares.
“Tengo que estar todos los días con calor y sin calor”, ha lamentado Rus en referencia al juicio que se celebra ante la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia y que se prolongará hasta principios del próximo mes de junio.
Alfonso Rus también ha negado que se produjeran irregularidades en la adjudicación del 'call center': “Nunca se ha hecho nada” ni se dijo “dáselo a éste”, ha afirmado en referencia al exsuegro de Benavent. “Yo no sabía si Mariano o Mariana, de las cinco empresas se lo quedó la más barata”, ha agregado Rus, quien también ha destacado que ninguna de las empresas que perdió el contrato “ha reclamado”.
Se escuda en los técnicos
El acusado también ha defendido que la adjudicataria realizó el trabajo de atención al público en materia de gestión tributaria. Sin embargo, la instrucción de la pieza separada D concluyó que de las 109.956 horas ofertadas por la empresa, solo se prestaron 33.736 durante la ejecución del contrato.
Además, Mariano López se embolsó hasta el 15% del monto total del contrato mediante una empresa a nombre de su cuñada, ama de casa y también acusada en la causa. El exsuegro del 'yonqui del dinero', que se sienta por primera vez en el banquillo de los acusados, ingresó 158.883 euros.
“Yo no podía saber si se hacía bien o no, eso lo tenían que hacer los consejeros delegados y, lo más importante, los técnicos”, ha afirmado Rus antes del inicio del juicio. El expresidente de la Diputación de Valencia sostiene que la acusación es una “locura” y una “barbaridad”.