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El segundo escalón de la trama Gürtel implica a Francisco Camps: “Le dijo a Álvaro Pérez que iba a tener trabajo”

Tras las demoledoras confesiones de los jefes de la trama Gürtel, el segundo escalón de la red corrupta ha ahondado en la íntima relación entre Álvaro Pérez 'El Bigotes' y el expresidente valenciano Francisco Camps. Paco Correa dijo que su grupo empresarial era un “brazo del PP”. Pablo Crespo confesó que la “ventaja comercial” de Gürtel era la “buena relación de Álvaro Pérez con Camps”. Y El Bigotes declaró que Camps fue precisamente quien le convenció de que se trasladara a Valencia.

Tras la primera tanda de declaraciones de los acusados que han alcanzado un pacto de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción, este martes le tocaba al segundo nivel de la red de empresas, las extrabajadoras de 'Gürtel' Isabel Jordán y Mónica Magariños, que han declarado en la pieza separada 5 del 'caso Gürtel' en la Audiencia Nacional.

Anticorrupción pide para Francisco Camps una pena de dos años y seis meses de prisión, además de inhabilitación para cargo público durante una década, por los presuntos delitos de prevaricación y fraude a la administración pública.

A preguntas de la fiscal, Mónica Magariños ha detallado que la red 'Gürtel' decidió trasladarse de Madrid a Valencia después de que Camps instase a Álvaro Pérez a asentarse en la capital del Turia. “Camps le dijo a Álvaro que allí iba a tener trabajo, y en el año 2003 empezamos a hacer los congresos regionales”, ha apuntado en declaraciones recogidas por Europa Press.

Magariños, que trabajó como secretaria de El Bigotes y del 'número dos' de la trama, Pablo Crespo, ha asegurado que Álvaro Pérez pidió al entonces presidente autonómico que le recomendase a una persona para asegurar la entrada de 'Gürtel' y dirigir la oficina de Orange Market en Valencia. El expresidente, ha explicado, le recomendó al periodista Ignacio Blanch, amigo de la infancia.

“Era una persona conocida en Valencia, su hermano tenía una empresa y bastante relación con todo el mundo y eso ayudaba a Blanch a tener contactos”, ha señalado Magariños, que ha dado detalles de sus funciones: “Álvaro era el que se dedicaba a conseguir clientes y yo me encargaba de organizar los eventos”.

Trabajos para la administración pública

Los propios clientes, ha abundado la acusada, eran “solamente” administraciones públicas. Después de que la trama organizase un “evento para Camps en 2004 que salió en todos los periódicos”, Francisco Correa, y Pablo Crespo presionaron “muchísimo” a El Bigotes para que consiguiese trabajo, según la declaración.

“¿A quién se lo pedían?”, le ha preguntado la fiscal anticorrupción Concepción Nicolás. “Al señor Camps”, ha contestado Magariños, que ha indicado que el grupo tuvo sus primeros inicios “en Presidencia” de la Generalitat Valenciana. “Nos dieron los USB y guías de comunicación en 2004. Uno de los primeros trabajos con la Generalitat lo trajo Blanch. Esteban González Pons [actual eurodiputado del PP], que era quien estaba, no tenía muy buena relación con Pérez, pero con Blanch sí”, ha añadido.

La trabajadora de la trama ha ahondado en la importancia del papel de Francisco Camps como presunto conseguidor de trabajos de Gürtel recordando una visita que ella misma hizo al club de tenis con El Bigotes. “Allí estaba Camps con su familia. Álvaro volvió y me dijo: 'vámonos, que ya tenemos el Open de tenis'”, ha explicado.

La acusada también ha detallado la forma de facturar con el Gobierno valenciano después de que la fiscal le expusiera distintos documentos. “La Generalitat dijo que había que hacer facturas por menos de 12.000 euros. Ellos decían la cantidad y era Crespo quien ponía los conceptos”, ha afirmado.

La “amistad” de Camps y El Bigotes

La administradora de algunas empresas del grupo empresarial de Francisco Correa, Isabel Jordán, también ha relatado el traslado de Gürtel a Valencia. “Todo el mundo sabíamos que se iba Álvaro a Valencia porque tenía una amistad con Camps y porque le había ofrecido que se fuera a Valencia donde tendría posibilidad de trabajar”, ha aseverado.

El Bigotes, que había dejado de trabajar con el PP nacional, valoró esa oportunidad y decidió que era “un buen momento” para asentarse en Valencia. Jordán, además, también ha incidido en la relevancia de Ignacio Blanch para el desarrollo que el grupo tuvo en Valencia.

“Dicho por el propio Blanch, a él se le contrata porque tiene relación con Camps y con González Pons y es una persona con mucho conocimiento de lo que es Valencia en sí o las instituciones. Es una persona influyente o que tenía contactos, esto dicho por él mismo”, ha señalado.

La acusada también ha explicado que a raíz de los trabajos que Orange Market realizó para el PP valenciano se generó “una gran deuda”. “A partir de ahí, de esa gran deuda digamos, empiezan a darle a Pérez los diferentes trabajos que se hacen”, ha apostillado. La declaración de Isabel Jordán coincide en esencia con las confesiones de Francisco Correa y de Pablo Crespo al inicio del juicio.

Otro de los acusados, el gerente de Orange Market Cándido Herrero, ha sostenido que nunca habló con Camps y que nunca le vio en la oficina de la empresa. “Como he jurado decir la verdad... nunca le oí ni oí hablar con él. Sinceramente no”, ha asegurado.

Problemas de Álvaro Pérez con Hacienda

Herrero, que inicialmente fue contratado como jefe de producción, recibió más adelante poderes para encargarse de cuestiones logísticas y de firma de documentos debido a los problemas que El Bigotes tenía con Hacienda “desde el punto de vista legal”.

Pese a reconocer que acompañó a Álvaro Pérez a algunas reuniones en las que se concertaron contrataciones, Herrero ha afirmado que lo hacía como “convidado de piedra”. “Yo no era el comercial ni sabía lo que se pretendía. Iba por captar un poco para después en producción transmitir por dónde iban los tiros del acto que se iba a hacer”, ha añadido.

Los contratos de la trama con la Generalitat Valenciana eran un negociado del Bigotes, según ha dicho. Sin embargo, ha revelado que el grupo no “trabajaba mucho”, lo que provocó que Crespo se enfadase porque “la empresa no conseguía tanto” trabajo como se pretendía.

Las declaraciones del segundo escalón de la red Gürtel, a excepción de la de Cándido Herrero, confirman lo que los jefes de la trama ya han confesado. Todos apuntan a Francisco Camps como el introductor de Gürtel en Valencia por su amistad con Álvaro Pérez.