“Esto es como la caída del imperio romano, pero a toda velocidad”. “El Pobre Fabra [Alberto, presidente de la Generalitat] monta un circo y le crecen los enanos”. Algunos cargos y militantes del PP desvelan en privado su desazón por la cada vez más aguda sensación de “fin de ciclo” y “descomposición del régimen” que sufre el partido, acosado por la quiebra de la Generalitat, la corrupción y el ninguneo de sus compañeros del gobierno central. Los últimos siete días han sido, otra vez, una verdadera semana trágica para el PP valenciano.
Lunes: revuelta de los empresarios
“Hasta aquí hemos llegado”. Los empresarios más representativos de la Comunitat Valenciana cargaron con inusitada dureza contra el gobierno de España por la discriminación que sufre la autonomía, “ninguneada hasta límites insospechados” por las pobres inversiones que recibe de Madrid y una financiación pésima. Fabra pareció descolocado por el movimiento de la patronal, que dejaba bien a las claras que el PP, ahora mismo, es percibido como un enemigo.
Miércoles: desbandada en el PP
Tres altos cargos de la Conselleria de Educación, otro de la Conselleria de Agricultura y todo un exvicepresidente de la Generalitat, Vicente Rambla, abandonaron el gobierno valenciano o las Corts Valencianes en apenas cinco días. Aunque las dimisiones, en casi todos los casos, fueron presentadas por los manidos “motivos personales”, la explicación que flota en el ambiente es otra: el cansancio –hartazgo, incluso- de gestionar una administración en quiebra, con amplia contestación social y bajo los siglas de un partido con pésimas expectativas electorales.
Viernes: En el punto de mira de Bruselas
El gobierno de la Unión Europea anuncia la apertura de una investigación a la Generalitat Valenciana ante la sospecha de que pudo manipular sus datos de déficit. Es la primera vez que una se abre un procedimiento así contra una región.
La noticia cae con una bomba en el Palau de la Generalitat. Además de arruinados, tramposos, se piensa en el entorno de Presidencia. El legado tóxico de Francisco Camps, bajo cuyos mandatos se acumularon las facturas en el cajón ahora en discordia, parece inacabable.
Sábado: De la ‘Grecia de España’ a la culpa es de ZP
Mientras algunos analistas trazan una analogía demoledora entre Grecia (el único país de la UE que presentó cuentas falsas a Bruselas) y la Comunitat Valenciana (la primera y única región investigada por hacer eso mismo), el PP ensaya otra huida hacia adelante: la culpa del papelón que se está haciendo en Europa es de los gobiernos socialistas.
Esa táctica –culpar de todo a José Luis Rodríguez Zapatero- era la utilizada por el expresidente Francisco Camps. El PP valenciano, ahora, no menta ni a éste ni a los dos consejeros de hacienda responsables de esconder las facturas en el cajón, José Manuel Vela, y Gerardo Camps, ahora diputado en el congreso. En parte del partido ya no se piensa en buscar culpables, sino en mirar hacia adelante para cerrar una etapa de 20 años de gobierno y encarar una nueva en, seguramente, la oposición.