El senador de Compromís, Carles Mulet, ha reclamado hoy conocer qué criterios se utilizan para dedicar paredes del Senado y exponer bustos o cuadros en esta institución, después de que la presidencia de la cámara lleve casi un mes ignorando la petición del portavoz valencianista de retirar el cuadro del Marqués de la Ensenada, Zenón de Somodevilla y Bengoechea, visible en la planta baja del edificio noble de la institución, frente a unos ascensores que utilizan a diario cientos de personas.
“Nos tememos que no existe ningún criterio o informe a la hora de exhibir el arte: ya sean esculturas o cuadros. Da igual que sean personajes que nos hacen avergonzar como exministros de Franco o genocidas como este marqués. Algunos de estos deberían esconderse en algún sótano y lucir de los fondos de la cámara trabajos más dignos. Seguro que hay personas que se merecen más estar expuestos en el palacio”, ha declarado Mulet.
En su carta al presidente del Senado, Mulet señalaba que “está fuera de lugar y es injustificado que una cámara como el Senado, que representa la soberanía de los pueblos del Estado español, tenga en un lugar muy visible, un cuadro de esta persona, autor material e ideológico de 'la Gran redada', el intento de exterminio del pueblo gitano que tuvo lugar en nuestro país”.
El senador recuerda que, lejos de caer en el presentismo, nada puede justificar ni blanquear esta acción. “Una persona así no puede tener en nuestros pueblos y ciudades calles dedicadas a su memoria, pues es una afrenta y una humillación a sus víctimas y mucho menos estar en un lugar tan destacado de las Cortes Generales”, ha abundado. La coalición recuerda que ayuntamientos como los de Lleida o Cádiz han retirado ya las calles dedicadas a este genocida.
Ensenada organizó una operación secreta y sincronizada en todo el territorio español el 30 de julio de 1749, también conocida como Prisión General de Gitanos, que tuvo como objetivo el arresto de todos los gitanos del reino, separando a los hombres de las mujeres a fin de lograr la extinción de la etnia. El primer día se detuvo entre 9.000 y 12.000 gitanos. Los mayores de siete años y mujeres fueron encadenados e internados en arsenales donde realizaron trabajos forzados. Sus bienes fueron confiscados. Esta acción finalizó en 1763. Para privarles de la libertad no hubo más delito que el ser “meramente gitanos”.
“La Gran Redada fue pues, un intento de exterminio del pueblo gitano y fue el autor material y el promotor de esta macabra iniciativa, Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de la Ensenada, no puede estar ni un minuto más luciendo y señoreando en las paredes del Senado. Se acerca el 30 de julio, Día de la Lucha contra el Antigitanismo que recuerda las víctimas de esta redada antigitana, por lo que sería una buena fecha para solidarizarse con esta causa como se hace con muchas otras”, concluye Carles Mulet.