La Audiencia Provincial de València ha condenado a la abogada especialista en procesos concursales, Antonia Magdaleno, a 4 años de cárcel y a devolver 4,67 millones de euros (más los intereses) a su ex despacho, Broseta Abogados, por un delito continuado de estafa. La cuantía se refiere a las cantidades que habría detraído de los concursos de Martinsa-Fadesa (cobró 7,86 millones en honoraris y facturó a su despacho 3,32 millones) y de Urazca (cobró 1,46 millones y facturó casi 600.000 euros), con lo que en total la cantidad estafada llegaría 4,67 millones.
Antonia Magdaleno ingresó en el despacho Broseta Abogados en 1999, y en 2009 fue nombrada socia del bufete, momento en el que sus emolumentos se establecían con una parte fija y otra variable a negociar por las partes por los casos de gestiones. Además a Magdaleno se le permitió crear una empresa -Antonia Magdaleno Carmona SL- a través de la cual cobraría los honorarios de los concursos mercantiles que realizara y que estos a su vez serían nuevamente facturados íntegramente a Broseta Abogados, que se hacía cargo de los gastos.
En esta situación la abogada “valiéndose del prestigio que el mismo tenía” -según la sentencia de la Audiencia, fue nombrada para los concursos de Martinsa-Fadesa y Urazca. “Es a partir de estos nombramientos, y dado que se generaban unos pingües honorarios, cuando la acusada, que ya mostraba su discrepancia con la forma de convenir el variable de sus retribuciones, sin causa que lo justificara, comenzó a dar órdenes al despacho [a Antonia Magdaleno Carmona SL] para que le facturaran [a Broseta Abogados] unas cantidades inferiores a las que ella había percibido, ocultando por tanto el importe realmente cobrado de las mercantiles concursadas, incumpliendo así lo que establecían los estatutos sociales”, afirma la sentencia.
Esta doble facturación fue la que generó la diferencia de 4,67 millones cobrados y a su vez declarados por Magdaleno a Broseta “pero haciendo creer a la firma de la que formaba parte, que había liquidado todo según era tanto costumbre como obligación”, produciéndose así un “engaño” constitutivo de estafa que pude realizarse“debido a la buena fe” que había entre ambas partes.
Antonia Magdaleno en su defensa alegó que tenía un acuerdo verbal con el socio fundador del despacho, Manuel Broseta Dupré, por el cual según afirmaba únicamente ingresaría el 70% de lo percibido como administradora concursal. No obstante esta argumentación no ha podido ser demostrada ya que ha sido negada por parte del despacho Broseta.
Contra la sentencia cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo durante 5 días.