Este jueves se celebraba el último día del juicio con motivo de la Operación Panzer -en la que hay 18 encausados, cuatro de los cuales se desvinculaban de la organización Frente Antisistema (FAS), mientras que otros dos se han declarado en rebeldía o busca y captura-. Los procesados están acusados de presunta tenencia ilícita de armas prohibidas y armas de fuego reglamentadas.
Fiscalía mantenía la petición de penas que suman 42 años de prisión en total para los acusados de pertenecer a la organización neonazi, mientras que las defensas han solicitado la absolución, así como la nulidad e las intervenciones telefónicas y de los registros domiciliarios. Entre quienes se sientan en el banquillo se encuentran dos militares, un concejal de Silla por España 2000 y el asesino confeso del joven Guillem Agulló, unos hechos que se remontan a 1993.
La causa proviene de 2005
La caisa se remonta a 2005, cuando tuvieron lugar las detenciones de hasta 22 personas como presuntos miembros del Frente Antisistema desde 2003 -finalmente han sido 18 los encausados- y cuyos objetivos eran el proselitismo y adoctrinamiento de la ideología nazi, justificando y promoviendo el uso de la violencia contra determinados grupos raciales, nacionales o ideológicos.
FAS también utilizaba como fuente de financiación la venta de objetos nazis a través de páginas web con contenidos racistas y xenófobos. De igual forma, distribuían armas prohibidas.