La Federación de Entidades con Proyectos y Pisos Asistidos (FEPA) ha presentado este miércoles en la Facultat de Filosofia i Ciències de l'Educació de València el proyecto Imex (Itinerarios de Emancipación de Éxito) centrado en la desinstitucionalización de las personas excluidas del sistema de protección pública cuando cumplen la mayoría de edad. Concretamente, las 36 organizaciones participantes trazan un itinerario para que los jóvenes de entre 18 y 25 años puedan tener un acompañamiento personalizado y comunitario.
“Nuestro propósito es impulsar un apoyo para personas vulnerables y aquellas que están en tutela o que lo hayan estado. Aunque la federación en Valencia tenga un corto recorrido, va con pie firme. Las tres entidades (YMCA, Fundació Fisat y Fundació Amigo) que han colaborado están en camino de crear una delegación territorial”, manifiesta Igor Sánchez, vicepresidente de FEPA.
El proyecto, que nació en 2022 de la mano del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y que está financiado por fondos Next Generation UE, pretende implantar soluciones centradas en los jóvenes que cumplen 18 años y acompañarlos en la construcción de una vida autónoma.
Sánchez aclara que en 2022 tuvieron casi 6.000 jóvenes, de los cuales el 20% eran mujeres y el 80% restante correspondía a hombres. Asimismo, subraya que uno de los mayores retos que tiene la Comunitat Valenciana es la financiación: “Animo a Elena Albalat (delegada de la Dirección General de Familia, Infancia, Adolescencia y Reto Demográfico) a que desde las administraciones sigan trabajando en los recursos económicos”.
En palabras de la delegada de este organismo, desde 2019 se puso en marcha la colaboración concertada con las entidades del tercer sector: “Tenemos un gran interés en participar en jornadas como estas para escuchar vuestras experiencias”. Al respecto, ha añadido que hace varios años se creó la red de emancipación de la Comunitat Valenciana que cuenta con distintos recursos y cuya función es financiar hogares y la oficina Mentora Plus, destinada a coordinar e impulsar apoyo y orientación a jóvenes que se enmarcan en estas situaciones.
Además, Albalat ha insistido que es necesario estudiar “la nueva figura del Referente de Emancipación y valorar desde la Administración esta experiencia acumulada y poner en valor dificultades y retos, así como escuchar y participar activamente”.
Con ello, Paloma Garrido, responsable del proyecto Imex y subdirectora de FEPA, asevera que la transferencia de conocimientos debe traspasarse a “los futuros psicólogos, pedagogos, etc., y no quedarse solamente en las instituciones”.
El proyecto, desarrollado en nueve autonomías entre ellas Asturias, Cataluña, Illes Balears, Madrid o la Comunitat Valenciana, ha contado con la participación de 36 entidades en los años 2022-2023. Jordi Sàlvia, director de FEPA, ha insistido en que durante el año 2024 se tendría que multiplicar “el número de organizaciones como de las administraciones públicas o de universidades que han colaborado en los años anteriores para desarrollar acciones que se puedan adaptar a diferentes autonomías, contextos y necesidades”.
Además, ha subrayado que los tres organismos de la Comunitat Valenciana han mostrado gran interés y avances significativos en “materia de vivienda, fortalecimiento del individuo, inserción laboral y creación de la figura de emancipación”.
El nuevo paradigma supone que a partir del trabajo en red y una política de alianzas en el territorio será posible proporcionar apoyos y recursos para que las personas puedan trazar una hoja de ruta de su futuro.
Imex ha desarrollado –en colaboración con la UNED, la Universitat de Lleida y la Universitat Autònoma de Barcelona– un sistema de indicadores que permitirá medir y evaluar las políticas públicas destinadas a promover la emancipación de la juventud tutelada y extutelada en España. Esta herramienta permitiría a las Administraciones identificar y definir los recursos y sistemas de apoyo mínimos que debería garantizar cada territorio en función de su realidad social.
Modelo de referencia estatal
Uno de los puntos estrella de este modelo de intervención es la creación de un referente de emancipación que tendrá la función de prestar apoyo íntegro a las personas jóvenes con el fin de llegar de forma progresiva a la vida adulta.
La intención, tal y como ha destacado Cristina Martínez, referente de emancipación del proyecto Imex en FISAT, “se basa en que el referente ejerza como una garantía de derecho para que el joven extutelado no sufra una desconexión absoluta. Hay que estar en el proceso entero, y no olvidarnos de la persona cuando sale de la vivienda”.
En líneas similares, Juan Albareda, responsable de Imex en YMCA, sostiene que ha sido “duro y enriquecedor” llevar a cabo este proyecto: “Somos casi 700 trabajadores”.
“He llegado a conocer 40 educadores en dos años y solamente tengo el número de dos de ellos. Actualmente solo tengo contacto con uno. Con 18 años estamos solos. No llegamos a tener referentes como puede tenerlo un joven que ha vivido con sus padres”, cuenta Rosana García, testimonio del proyecto Imex que estuvo tutelada en dos centros distintos.
Asimismo, otro participante de la investigación, Yahya Zaydouni, de la fundación FISAT, explica que su experiencia contrasta con la de García. “En mi caso, sigo hablando con los educadores e incluso visitándolos. Sentí que tenía gente a mi lado cuando cumplí la mayoría de edad”, asegura.
Las personas jóvenes que cuentan con esta figura de apoyo experimentan avances en todas las dimensiones de vida analizadas, tal y como concluye el estudio. La tasa de juventud extutelada que alquiló una vivienda y a la vez contaba con un referente de emancipación, creció un 14,3% y la de personas que accedieron a un empleo, un 8,4%.
Según los últimos datos del Ministerio de Derechos Sociales, en España hay alrededor de 36.000 menores bajo la tutela del Estado y cada año más de 4.000 dejan de pertenecer al sistema por cumplir la mayoría de edad. La Comunitat Valenciana se sitúa como la cuarta autonomía con menores en estos contextos, concretamente 4.466, por detrás de Andalucía, Cataluña y la Comunidad de Madrid.
“Entendí el trabajo de un educador cuando cumplí 16 años. Antes no concebía cómo se podían ir sin decirte nada. Es muy duro cuando tienes que escuchar miles de historias y tratar con cada joven que llega de un contexto diferente. Tuve fe cuando me encontré con educadores que no te ven como un trabajo. Cuando cambiaba de centro, me metían las cosas en bolsas de basura. Me he sentido persona con el proyecto”, confiesa García mientras desea que Imex salga adelante.