Un grupo de organizaciones de lucha contra el racismo y la discriminación han denunciado que el IES Benlliure de Valencia ha prohibido a una alumna de nacionalidad española asistir a clase cubierta con un hiyab.
El director del centro se escuda en “una interpretación literal y cerrada” de un artículo del reglamento del centro que impide a los alumnos llevar nada en la cabeza. La norma nació para impedir que estuvieran en clase con gorras y sombreros que pudieran ocultar su cara, “cosa que no se le puede atribuir al pañuelo”, según han denunciado varios colectivos de lucha contra la discriminación.
Ellos han defendido que el hiyab no impide ver la cara ni molesta para la identificación de la alumna, por lo que achacan la actitud del director del centro a una “islamofobia soterrada”.
En un comunicado, explican que el hiyab “tiene una significación única y exclusivamente de expresión de identidad religiosa” y denuncian que el director instó a la alumna “en términos taxativos” a quitarse el pañuelo y le advirtió de que no entraría en clase al día siguiente si lo llevaba.
“De nada ha servido alegar que esa norma, de rango menor, debe ser interpretada de forma adecuada y conforme a los derechos fundamentales de la persona, entre ellos los derechos a la libertad religiosa y de expresión, y su negativa a admitir una interpretación flexible del reglamento se mantiene”, apuntan.
La joven, mayor de edad y nacida en España, se puso en contacto con las organizaciones que presentaron una queja ante el Síndic de Greuges y ante el Defensor del Pueblo y comunicaron el caso a la Conselleria de Educación, que incluso mandó a un inspector al centro que comprobó la negativa del director y le instó a cambiar de actitud.
La vicepresidenta y portavoz, del Consell valenciano, Mónica Oltra, ha advertido que “hay que ser cuidadosos con la libertad religiosa y con la diversidad cultural” y ha reconocido que “las estéticas son diversas en los institutos”.
“En el caso del pañuelo, no con otras cosas, es un símbolo religioso pero también cultural y de género. Como cuando ponemos pendientes a las niñas y a los niños no”, ha apuntado y ha agregado que no considera esa prenda “ninguna denigración colectiva ni individual”, pero obligar a quitárselo “puede entrar conflicto con el artículo 14 de la Constitución”.
Asimismo insistió en que “como consellera no quiero que nadie, y menos las mujeres, deban ponerse algo que no quieran, pero tampoco quiero que a ninguna mujer se le obligue a quitarse algo que no quiere quitarse”, ha precisado.