Por séptimo año consecutivo, Acció Ecologista-Agró ha desarrollado durante 2016 el Proyecto Emys, un proyecto ambiental dirigido a proteger y conservar poblaciones de tortugas autóctonas en el que han participado 288 voluntarios. Esta iniciativa de ciencia ciudadana ha viajado a nuevos ecosistemas acuáticos de la Comunitat Valenciana (el Clot de Bailón, la Finca de Peña, el Cercat de la Pipa, los ríos Albaida, Júcar y Canyoles, el barranco del Pelós y la marjal de Rafalell y Vistabella-Massamagrell) en los que se han censado 81 tortugas autóctonas.
Desde junio hasta octubre, los 288 voluntarios que se han sumado al Proyecto Emys han censado 73 tortugas de agua ibéricas (Mauremys leprosa) y 8 tortugas de estanque europeas (Emys orbicularis). Las Mauremys leprosa se han localizado al Clot de Bailón de Torrent (2), el Río Canyoles a su paso por Moixent (4) y Vallada (36), el Barranco del Pelós de Chiva (20) y el Río Júcar a su paso por Jalance (11). Por su parte, las Emys orbicualris han sido censadas en el Cercat de la Pipa de la Albufera de Valencia (6), la Finca de Peña de la Marjal de Almardà-Almenara (1) y la Marjal de Rafalell y Vistabella-Massamagrell (1).
Además de constatar la presencia de tortugas autóctonas en todos estos ecosistemas acuáticos, el Proyecto Emys ha retirado este año una quincena de tortugas exóticas. Concretamente 13 Trachemys scripta (1 en el Clot de Bailón, 4 en el Río Albaida a su paso por Xàtiva, 5 en el Barranco del Pelós y 3 en el Río Canyoles a su paso por Vallada ) y 2 Mauremys sinensis (Barranco de Pelós).
Voluntariado y erradicación de tortugas exóticas
El Informe 2016 del Proyecto Emys se presentó en el Cercat de la Pipa en un seminario sobre voluntariado y erradicación de tortugas exóticas, organizado por la Conselleria de Medio Ambiente el pasado 3 de diciembre. AE-Agró aprovechó esta cita para transmitir a la Conselleria una serie de reivindicaciones para mejorar el estado de conservación de las poblaciones de Emys orbicularis y Mauremys leprosa, así como de los ecosistemas acuáticos donde viven.
En primer lugar, desde AE-Agró exigen la prohibición de vender tortugas de cualquier especie exótica, independientemente de si está catalogada como invasora o no, porque el mercado “ha sustituido las Trachemys scripta por otras especies que ya empiezan a invadir nuestros ríos, humedales y barrancos”, explican los ecologistas, que añaden: “Y, si la administración no está dispuesta a prohibir su venta, como mínimo tendrían que grabar con un impuesto o tasa su comercialización para hacer frente a los gastos que origina el abandono de estas tortugas en el medio natural”.
Precisamente, la segunda reivindicación de AE-Agró fue que la administración aumente los recursos que actualmente dedica a la conservación de tortugas autóctonas y a la eliminación de las exóticas. “Y, si no dispone de presupuesto, que aplique ya la tasa que exigimos para la venta de las especies exóticas. No puede ser que el sector de importación y venta de animales, en este caso concreto de tortugas, no se haga cargo del impacto medioambiental de su negocio”.
Finalmente, la tercera demanda se centró en la conservación de los ecosistemas acuáticos donde habitan tortugas autóctonas. Concretamente, los ecologistas exigen un caudal ecológico mínimo para los ríos, barrancos y humedales. “Este año, por ejemplo, el Proyecto Emys no se ha podido desarrollar en el Pont Sec del barranco del Carraixet, donde existe una población de Mauremys leprosa. Esta valiosa zona del Carraixet se ha quedado sin agua por la sequía, pero también por la sobreexplotación agrícola que sufre. Así que ha resultado imposible hacer el seguimiento de su población de tortugas de agua ibéricas”, apuntan desde Agró, quienes confían en que la conselleria atienda sus propuestas.