“Es una necesidad vital visibilizar la islamofobia”. Así resume Boutaina El Hadri, gerente de la organización Joves Sólides, el propósito del primer encuentro sobre islamofobia que se celebra este viernes en Valencia. El Centre del Carme de Cultura Contemporánia acoge durante toda la jornada un foro para compartir experiencias e iniciativas para combatir el discurso de odio hacia el colectivo musulmán, en auge en las dos últimas décadas y que ha vivido un crecimiento notable en Europa.
El encuentro pretende dar a conocer iniciativas de activistas y ONGD y distintas formas de actuar para frenar la islamofobia, visibilizarla en el marco del discurso xenófobo, donde se diluye. Además, se acompañará de unas jornadas culturales en las que hacer difusión de los valores de convivencia a través de la gastronomía, la cultura o la historia.
El Hadri, marroquí afincada en Valencia, es una de las organizadoras del foro, que reclama cuantificar las agresiones con motivación islamófoba e introducirlo como tipo de delito de odio para tener una visión más ajustada del problema. La islamofobia, explica, se manifiesta en la vida diaria de las personas musulmanas, desde las agresiones físicas hasta las deportaciones administrativas, pasando por la estigmatización del colectivo.
La comunidad islámica se siente sola cuando denuncia estas agresiones, apunta, en referencia a los casos de abusos sexuales de las jornaleras de la fresa en Huelva, o las limitaciones a las jóvenes para entrar con velo a las aulas.
Los mensajes de Vox
“Ha crecido la radicalización”, apunta, en referencia al discurso de odio que ha entrado en los parlamentos y en las redes sociales, a través de la difusión de bulos. La portavoz de la organización denuncia que partidos como Vox “lancen mensajes contra los musulmanes, lo introduce en el espacio democrático”, lo que contribuye a su difusión.
Según estima su organización, las agresiones relacionadas con la islamofobia han crecido un 45% en Europa y “no son un problema exclusivo del colectivo musulmán”.
La forma de combatir este discurso es a través de la estima, apunta la organizadora. “Queremos construir los puentes que se han destruido”, apunta en referencia a la radicalización. Para ello, se han organizado charlas, mesas redondas y una parte cultural que difunda valores de convivencia. “Queremos convivir en una ciudad en la que cabemos todos”, reivindica.