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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

El corazón industrial del textil y el zapato valenciano se pone al servicio de la sociedad con la fabricación de mascarillas y equipos sanitarios

Si algo demuestra la crisis del coronavirus, como tantas otras, es que en momentos límite como el actual la sociedad suele sacar lo mejor de sí misma.

En cierto que siempre hay excepciones puntuales como se ha visto en los momentos de aglomeraciones en los supermercados o en los casos de incumplimiento del confinamiento, la realidad es que la solidaridad suele ser la nota predominante en estos casos.

Un buen ejemplo es la movilización, tanto colectiva como individual, que se ha puesto en marcha para dar respuesta al grito desesperado del personal sanitario de toda España ante la carencia de medios adecuados para poder tratar a los pacientes con los medios adecuados para protegerse del virus. Y es que, tan solo en la Comunitat Valenciana, casi el 20% de los positivos por COVID-19 es personal sanitario.

Ante esta situación varias son las iniciativas que se han desplegado. Por ejemplo, la empresa Creaciones Euromoda ha donado mascarillas en el Ayuntamiento de Bocairent que se repartieron el sábado 21 de marzo a razón de dos por persona en los establecimientos abiertos (hornos, verdulerías y carnicerías).

En Consum y en el mercado municipal contaron con la colaboración de Protección Civil y de ACIF Mariola verde para el control de las mismas y el reparto de información.

Desde el Ayuntamiento advirtieron que “las mascarillas no están homologadas ni comprobada su eficacia dada la premura de la fabricación y la dificultad para contar con análisis adecuados; por lo tanto, su uso está indicado para evitar la propagación del virus no para evitar el contagio puesto que este se produce por contacto próximo con secreciones respiratorias generadas con la tos y el estornudo”.

Por otra parte, la Asociación de Empresarios del Textil de la Comunitat Valenciana (Ateval) ha trasladado al Ministerio de Industria y a la Conselleria de Economía que cuenta con “un ejército de empresas dispuestas a cooperar” en la confección del material necesario para proteger al personal sanitario de la propagación del coronavirus.

Eso sí, dado que el sector regional no está especializado en este tipo de productos (mascarillas, batas quirúrgicas, etc) está “a la espera” de que la administración autonómica les dote del material homologado necesario y les diga “qué modelos y prototipos” se necesitan.

Por otra parte, el instituto tecnológico textil (Aitex) debe certificar si es válido el material con el que cuentan un centenar de empresas que ya se han ofrecido a colaborar en el suministro de materia prima y en su confección, una validación que puede darse en un plazo de entre 48 y 72 horas.

El presidente de Ateval,  Pepe Serna, ha asegurado que decenas de empresas asociadas están “dispuestas a colaborar” con la Generalitat para afrontar el Covid-19.

De hecho, ya le están trasladando de forma continua toda la información que tienen sobre proveedores, servicios, suministros y maquinaria de la que disponen en unas listas que también se han hecho llegar al Ministerio de Industria.

“Aquí hay capacidad productiva”, ha asegurado el responsable Asociación de Empresarios del Textil de la Comunitat Valenciana, lo que faltan son “máquinas adaptadas a estos productos” puesto que “no era nuestro mercado y no hay empresas que se dediquen a ello”. “El día de mañana quizá haya que empezar a pensar en producción propia”, ha apuntado.

Pasada ya una semana desde que se declarara el estado de alarma, alrededor del 50% de la industria textil valenciana, formada por unas 1.100 empresas y unos 23.000 trabajadores, se encuentra parada o en proceso de paralizar su actividad, calcula el dirigente de Ateval.

En el caso de que el material facilitado por las empresas fuera apto para fabricar mascarillas, batas y otros complementos de protección, serían la Generalitat y el Gobierno las administraciones que harían los pedidos y que abonarían el coste.

Paralelamente, el Gobierno valenciano espera en unos días la llegada de los dos aviones fletados desde China por la Generalitat Valenciana, y en el que se han invertido 11 millones de euros: “La operación ha sido posible gracias a un importante empresario chino con un fuerte arraigo en la Comunitat Valenciana”, comentó este lunes la consellera de Sanidad, Ana Berceló.

El material adquirido por el Gobierno valenciano es equipos EPI (batas, gafas...); respiradores, mascarillas de cuatro tipos diferentes e incluso camas hospitalarias.

Confección en los hogares

La solidaridad se va tejiendo barrio a barrio, pueblo a pueblo, en talleres formales y hogares reconvertidos en centros de producción. En Benetússer (Horta Sud), el Ayuntamiento busca voluntarias con máquinas de coser para tejer equipos y enviarlos al Hospital Doctor Peset, del departamento de salud que trata al municipio. En Canals (La Costera), el Consistorio ultima un reparto domiciliario de telas homologadas por los equipos sanitarios para que las voluntarias puedan confeccionar mascarillas y trajes de protección para el hospital de Xàtiva, a la espera de la confirmación del departamento de Salud. Estas iniciativas vienen respaldadas mayoritariamente por mujeres.

La iniciativa solidaria surgió al conocer que en otros lugares como Petrer (Alicante) las aparadoras de calzado habían organizado un proyecto en sus propios talleres y se trasladó al consistorio para ponerse en contacto con el hospital, que les ha facilitado las telas -sábanas quirúrgicas- para que las voluntarias colaboren.

Los voluntarios se van organizando en contacto con los Ayuntamientos y colectivos vecinales, así como en grupos de Telegram para poner en contacto a la población. Bajo el nombre “redes solidarias”, “xarxes solidaries” o “suport mutu” pueden encontrarse los focos de colaboración más cercanos.

En Altura, el grupo de Mascarillas Solidarias de Altura, compuesto por casi un centenar de personas de varias localidades de la comarca, ha empezado a repartir más de 500 mascarillas sanitarias entre casi una veintena de centros elaboradas por voluntarios de esta localidad y de otras de la comarca del Alto Palancia.

Por otra parte, representantes de la comunidad china en la provincia de Alicante han donado, al ayuntamiento de l’Alfàs del Pi, 2.000 unidades de mascarillas de uso sanitario, 30 cajas de guantes y 60 botellas de gel de 300 ml, con la intención de ayudar para erradicar la expansión de un virus, el COVID-19.