La sombra de la corrupción se cierne temprano sobre Vox: investigaciones sobre financiación en instituciones valencianas y disputas internas

Tan solo un año después de entrar en la mayoría de las intituciones, las dudas sobre la financiación de Vox en la Comunitat Valenciana no han dejado de aumentar. Las denuncias, lejos de venir del resto de partidos rivales, proceden de sus propios militantes o exmilitantes.

La primera de ellas se formalizó en Elche. Como informó eldiario.es, varios componentes y exintegrantes de la formación de extrema derecha presentaron el pasado 8 de junio ante la Fiscalía Anticorrupción de Alicante un escrito de denuncia por presunta financiación ilegal y blanqueo de capitales de la agrupación de Elche durante la pasada campaña para las elecciones autonómicas y municipales.

El documento sitúa a José María Mazón como el principal artífice de los pagos en B. Pareja de la que fuera portavoz y concejala de Vox Elche, Amparo Cerdá, hasta su dimisión el pasado mes de enero, el documento le atribuye la responsabilidad de numerosos pagos con dinero negro para favorecer la imagen de Cerdá de cara a los comicios locales en los que el partido ultra logró dos ediles, Cerdá y Aurora Rodil.

En el caso de València, la denuncia presentada en Fiscalía por presuntas irregularidades respecto a la tesorería de Vox en la provincia de València ha dado lugar a diligencias de investigación penal y el caso se ha trasladado a Anticorrupción, según han confirmaron fuentes del Ministerio Público.

La denuncia parte de una militante del propio partido de extrema derecha. En ella acusa al presidente de la actual gestora de la formación en la provincia y líder autonómico, José María Llanos, y al secretario general del partido a nivel nacional, Javier Ortega Smith, de ser conocedores de la existencia de una presunta caja B en la agrupación provincial valenciana.

En Castelló, la dirección provincial encabezada por Llanos Massó lleva meses enfrentada a un grupo de afiliados críticos con su gestión. La diputada autonómica y líder provincial de la formación ultra llegó a espetar a los críticos, en una tensa reunión de la que informó este diario, que en Vox “las decisiones no se toman por votación y por mayoría, esto no es Podemos, no es un partido asambleario”. “El que quiera ayudar bienvenido sea, el que quiera poner palos en las ruedas, lo siento mucho, no tenemos obligación de contar con ellos”, zanjó Massó en aquella reunión, en la que no faltaron gritos y reproches.

La formación ultra ha perdido la representación en el Ayuntamiento de Benicàssim, uno de los cinco consistorios en los que Vox contaba con un concejal. El edil José Carlos García Sampayo se dio de baja del partido de Santiago Abascal e ingresó en el grupo municipal de no adscritos. En una dura carta dirigida al secretario general , Javier Ortega Smith, el exconcejal de Vox acusa a la dirección provincial de Llanos Massó de llevar a cabo “acciones dictatoriales de otros tiempos” con “actitudes inmorales propias de los sátrapas”. Así, la formación ultra en Castelló ha visto cómo cinco de sus cargos orgánicos han dimitido en un año.

En el Ayuntamiento de València, los dos concejales que ha obtenido la formación han mantenido sonados enfrentamientos y la comunicación entre ellos es inexistente. En un pleno, ambos llevaron por separado propuestas de ayuda para hostelería frente a la COVID-19 y se negaron a unificarlas como es habitual, incluso entre diferentes partidos que presentan mociones sobre un mismo tema.

En otro pleno de septiembre del pasado año el portavoz Jose Gosálbez retiró una moción presentada por su compañero Vicente Montañez, quien hizo pública su discrepancia con esta decisión: “Este proponente y concejal no la ha retirado (la moción) diga lo que diga su portavoz”. 

La situación a nivel provincial tampoco es una balsa de aceite. El pasado mes de septiembre, el Comité Ejecutivo Nacional de Vox nombró a José María Llanos presidente de la gestora del partido en la provincia de València, una maniobra del líder del partido de extrema derecha, Santiago Abascal, con la que dejó claro que mantiene intacta su confianza en Llanos, quien de esta forma aglutina todo el poder para controlar el partido y arrinconar al sector más crítico.