Nueve meses han pasado desde que Podemos se presentó en el Teatro del madrileño barrio de Lavapiés. Cuando este movimiento nació, nos ayudó a muchas y muchos a despertar, a convertir nuestra impotencia en reacción, nuestra rabia en ilusión y nuestra tristeza en esperanza. Era el momento de unir a personas, no como una conciencia colectiva, sino simplemente con conciencia. Imaginábamos tener un movimiento ciudadano capaz de representar la lógica y de imponer el sentido común sobre el engaño al que los diferentes gobiernos nos habían sometido. Gobiernos que han ido desfilando por este país llevándose todo lo que podían a su paso y sembrando miedo e indignación.
Pero Podemos representa aún mucho más. Aquellos que apostamos por Sumando Podemos lo tenemos muy claro. Somos personas normales, ciudadanos responsables. Somos aquellos que a pesar de pensar de forma diferente unos de otros, nos hemos unido en un extraordinario ejemplo de cohesión e inteligencia colectiva. Esa cadena es el valor más grande de Podemos. Esa es la cualidad que nos convierte en movimiento y no sólo en partido, la generosidad hacia los demás.
Esas personas que sentimos Podemos como un movimiento ciudadano de verdadero cambio social, con una posible oportunidad real de ruptura con el desgastado régimen del 78, pero una ruptura desde abajo, protagonizada por la ciudadanía y para la ciudadanía. Nunca en todos los años de democracia en el Estado Español, nos hemos sentido tan cerca de lograr ese cambio, de cambiar las reglas del juego que nos impusieron desde arriba. No es momento de dejar a la ciudadanía al margen de este momento tan maravilloso.
Queremos que los grandísimos comunicadores que nos han ayudado a llegar hasta aquí lo sigan haciendo. Pero además, queremos que los ciudadanos, aquellos que están levantando su propia casa con esta herramienta llamada Podemos, puedan decidir cómo desean vivir.
A lo largo de la historia ha habido muchas grandes causas, muchas ideas innovadoras para cambiar la sociedad. Si miramos hacia esos momentos, siempre, justo antes de que dichos proyectos comenzasen a andar, alguien ha decido decirle a la gente qué era lo que más le convenía y lo que menos. Pero ahora ya sabemos que nuestros gobernantes no son nuestros padres, estamos aprendiendo que si queremos algo debemos hacerlo nosotros mismos.
Pensamos que el gran logro de Podemos no es su marca, su lógica aplastante ni sus caras visibles. La gran virtud es desaprender lo aprendido y comenzar a caminar, tener la posibilidad de cambiar las reglas del juego para que si el día de mañana Podemos ya no nos sirviera, al menos haya logrado ser palanca de cambio, de un cambio social real. Y para llevar a cabo ese cambio no necesitamos gente que hable por nosotros ni en nuestro nombre. Ya no somos niños, no necesitamos tutores.
Podemos no comienza de la nada, Podemos viene del 15M, del momento en el que la ciudadanía dijo basta. En el que comenzamos a emponderarnos, cuando se construyeron las PAHs por todo el Estado, las mareas, las Marchas por la dignidad. ¿Quién dice que no estamos preparados? Lo estamos, claro que lo estamos. Pablo Iglesias es un gran portavoz, logra invitar a la gente a sumarse a Podemos, pero luego son todos los activistas los que crean los círculos, las jornadas, los talleres, pegan los carteles, recogen firmas, montan campañas, llevan las redes sociales, movilizan a la gente y hacen cualquier cosa necesaria por este movimiento tan excepcional. ¿Por qué? Porque saben, que cada persona nueva que toma conciencia activa, es un pasito más. Porque estamos recuperando el tejido social que nos arrebataron, porque nos hemos dado cuenta de que somos solidarios, porque sabemos que antes de nosotros hubo gente que lo consiguió. Porque, nos hemos dado cuenta de que, al igual que los desahucios no los para Ada Colau, los para la ciudadanía, el 22 de Marzo dos millones de personas provenientes de todo el Estado decidieron llenar las calles de Madrid. Porque aún hoy, cada 15 de Mayo se reúne la gente en las plazas, y porque poco a poco vuelven a retomarse las asambleas vecinales, el tejido social. Porque estamos aprendiendo a conocernos, estamos aprendiendo a empatizar. Estamos aprendiendo a que si no nos salvamos nosotros nadie lo hará. Porque la ciudadanía existe, porque nos estamos humanizando de nuevo. De nada sirve que nos corten las alas ahora cuando comenzamos a volar, tienen que ayudarnos a seguir, tienen que apoyarnos, tienen que ponerse a nuestro lado y luchar con nosotros. Porque estamos en el mismo bando, porque somos los de abajo, y juntos lo podremos todo.
Cambiar un país no únicamente supone conseguir poder político, sino poder ciudadano. Para conseguir ese poder, la gente tiene que participar de manera activa en la política, es decir, emponderándose. Ayudándola a hacerlo, habilitando las herramientas para ello, fomentando que lo haga, permitiendo la pluralidad entre la gente que acude a las asambleas y la que no puede hacerlo. Para finalizar con el patriarcado, hay que fomentar que la mujer tome parte activa de todas las decisiones de su vida, incluida la política. Respuestas reales para momentos excepcionales. En ocasiones nos encerramos tanto en nuestro mundo interior que nos olvidamos de bajar a las calles y observar a sus gentes. La gente tiene mucho que decir, y merece ser escuchada.
Creemos firmemente en la suma de todas y todos trabajando juntos. Suman los que idearon el nacimiento de Podemos, suman los que poniendo su rostro al servicio de los demás nos han traído hasta aquí, pero sobretodo, suman las personas que se vuelcan en la calle, las que ayudan a los demás y las que ceden tiempo de su vida por aquello en lo que creen. En definitiva, suman aquellas personas que creen de verdad en Podemos tal y como se ideó: la herramienta para el emponderamiento ciudadano.
Estamos construyendo nuestra casa, y podemos elegir hacerlo como ya se ha hecho en el pasado o entre todas y todos. Y como ya hemos visto en muchas ocasiones, una casa que se construye sobre los cimientos equivocados acaba derrumbándose. Pero si la base es fuerte, si creemos en lo que hacemos y logramos que eso nos represente a todos, entonces seremos invencibles. Podemos será lo que la ciudadanía quiera que sea, y esta es legítima de llevar al movimiento a cualquier varadero posible. Pero también creemos que este marea ciudadana puede convertirse en la primera herramienta política diseña por y para el pueblo.
Por todo esto apostamos por Sumando Podemos. Porque nosotros sabemos que tú eres el motivo de la existencia de Podemos. Queremos una organización que sea el reflejo de la sociedad que queremos construir. Podemos tiene que convertirse en pueblo. Porque queda claro que de un debate siempre surge una idea mejor y que Sumando, Podemos cambiarlo todo.